· La anorexia y bulimia nerviosa son los más comunes
· La anorexia debe ser tratada por especialistas en Nutrición con planes alimenticios saludables, en Psicología, Área médica y Trabajo social, para llevar puntual seguimiento de los pacientes
Los trastornos de la conducta alimentaria son un problema de salud complejo, por lo que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) brinda tratamiento multidisciplinario e integral con la participación de personal de Nutrición, Psicología, Área Médica y Trabajo social.
El nutricionista y dietista del HGR No. 12, José Fernando González Guardia, mencionó que aproximadamente el 8 por ciento de cada 100 mil mexicanos puede presentar algún trastorno de la conducta alimentaria. La anorexia y bulimia nerviosa son los más comunes.
Aunque la anorexia se presenta mayormente en adolescentes, también gente adulta e incluso niños podrían padecerla. Al ser un trastorno que también se considera nervioso, debe ser tratada por especialistas en Nutrición con planes alimenticios saludables, así como en Psicología y Trabajo social, para llevar puntual seguimiento de los pacientes.
El especialista destacó que la mala nutrición y la pérdida progresiva de peso tienen consecuencias que pueden llegar a ser graves, tanto física como psicológicamente. Entre éstas se encuentran problemas renales, cardiovasculares (presión baja o arritmias), estreñimiento, aumento de vello corporal, deshidratación de la piel, caída del cabello y pérdida de densidad ósea.
Además, de no tratarse oportunamente, puede provocar que el adolescente no crezca lo suficiente y que sufra osteoporosis; en el caso de las mujeres, pérdida o menstruación irregular.
En cuanto a las consecuencias psicológicas, la persona puede tornarse irritable, con episodios de ansiedad y puede sufrir depresión o fobias.
Por ello, es importante que los padres de familia estén alertas ante las señales de esta enfermedad: se salta comidas con el argumento de que ya comió; las raciones que se sirve son cada vez más pequeñas; evita algunos alimentos considerados muy calóricos; pérdida de peso sin causa aparente; realiza ejercicio o deporte en exceso y muestra mucho interés por cuestiones de nutrición, como las calorías de cada alimento, por citar algunas.
El Seguro Social brinda información y tratamiento sobre este padecimiento tanto al adolescente como a los padres de familia, por lo que no deben dudar en informarse sobre la enfermedad y buscar atención en su Unidad de Medicina Familiar.