Por Enrique Aranda
Como es inminente el inicio de la próxima administración sexenal, no son pocas las interrogantes que aún inquietan a la sociedad en general y, en particular, a quienes, en el sector financiero, por ejemplo, pretenden delinear sus respectivas propuestas de actuación y/o programas de acción ante un escenario que, en el mejor de los casos, califican como incierto…
Incierto no sólo por el cúmulo de iniciativas “inexplicables”, para muchos asumidas ya por el gobierno entrante —la cancelación de los trabajos de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México y la puesta en marcha, sin existir siquiera un proyecto claro o los estudios de impacto ambiental, en el caso del llamado Tren Maya, por ejemplo—, u otras anunciadas, cual es el caso del cúmulo de acciones de corte claramente populista que, presumiblemente, entrarán en vigor apenas aquel se inicie de manera formal, sino, esencialmente, por la gran dispersión de “fuentes” (oficiales u oficiosas) de las que un día sí y otro también emanan toda suerte de propuestas, sugerencias y hasta algunas ocurrencias o puntadas…
Y es que a 12 días antes que Andrés Manuel López Obrador asuma como titular del Ejecutivo a nivel federal, existen más dudas que certezas sobre cómo es que el próximo gobierno pretende enfrentar el reto que le implicará la puesta en marcha de una nueva política social que, si bien exigirá la canalización de recursos multimillonarios que en la actualidad no parece vaya a tener al alcance o, en otro frente, de qué manera pretende enfrentar el grave problema que implicará suplir el creciente número de funcionarios de alto y mediano nivel, altamente calificados la gran mayoría, que en las últimas semanas ha dado pasos para abandonar el servicio público, cuando no lo han hecho ya, a manera de protesta por la absurda decisión de reducir sus ingresos “por decreto” o cancelar prerrogativas.
A la vista de lo anterior, es que en las últimas semanas se han levantado múltiples voces exigiendo a la próxima administración federal, al Presidente electo en particular, esclarecer propuestas, “tiempos y movimientos”, en aras de dar a la economía y/o a la conducción sociopolítica del país la certeza de que se avanza en la dirección correcta y con una “hoja de ruta” que impedirá caer en improvisaciones que, amén del alto costo que podrían llegar a representar, parecerían estar alentando —como hemos advertido ya en otras ocasiones— un entorno de crispación y encono que a nadie conviene.
Un entorno de incertidumbre como el prevaleciente, digámoslo claro, entraña más riesgos que oportunidades de avance…
ASTERISCOS
* Al tiempo que las tribus pujaban por imponer sus criterios… e intereses de cara a la renovación en marcha, el mancerista Héctor Serrano Cortés renunció a su militancia de 15 años en el sol azteca, aunque, sorpréndase usted, a imagen y semejanza de lo que hace su jefe, el no perredista Miguel Ángel Mancera anunció que se mantendrá en la bancada en San Lázaro. ¿Será que quiere ser coordinador?
* Evidencia clara de cómo es que se ocurren las cosas ahora en Acción Nacional, la decisión unilateral —“ y generosa en extremo”, en opinión de algunos— del autoproclamado anayista non, Damián Zepeda Vidales, de dejar la coordinación de la bancada senatorial del blanquiazul, en la que él mismo se impuso en septiembre. El expriista Rafael Moreno Valle tomará su lugar…
* Tal como adelantamos aquí mismo, apenas concluir la calificación de la pasada elección federal, Ricardo Sheffield Padilla se unirá a la (cada vez más larga) lista de expanistas que se sumarán al próximo gobierno. El guanajuatense excandidato al gobierno por Morena, reveló él mismo, lo hará como titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política.
Twitter: @EnriqueArandaP
Información Excelsior.com.mx