Por Yuriria Sierra
“Lo revisamos”, es la respuesta que el equipo de comunicación de la Secretaría de Salud ha dicho al equipo de Imagen Noticias de la tarde en más de una ocasión, cuando hemos solicitado una entrevista con Hugo López-Gatell o con algún otro de los funcionarios que cada noche informan desde Palacio Nacional la situación de la pandemia en nuestro país. Al mismo tiempo, lo vemos o escuchamos en otros medios y, sin reproche alguno, lo que me resulta inconcebible es que se atreva a responsabilizar a los medios de comunicación por la falta de claridad en los datos.
“Sabemos que es parte del oficio periodístico consultar las fuentes primarias. En esta ocasión, sobre las pruebas no recibimos ninguna solicitud de información de entrevista, pero estamos a disposición…”, aseguró en Palacio Nacional. La causa, las varias declaraciones de funcionarios y organismos internacionales de todos niveles, hasta de la misma Organización Mundial de la Salud respecto a las cifras sobre las pruebas per cápita por determinado número de habitantes. Y el suyo sí fue reproche, porque el micrófono en la conferencia bien pudo usarlo para dar esa tan poco solicitada explicación, como afirma. Sin embargo, esta poca transparencia, no sólo en los números, sino en la estrategia contra la pandemia, ha sido una constante desde el día uno de la pandemia:
“La respuesta es exactamente al revés de lo que se ha interpretado. No se reducen las pruebas, primero, y entonces, por ello, hay menos casos registrados; sino, en la medida que tenemos menos personas que enferman, menos personas que presentan los síntomas, hay menos pruebas porque hay menos personas que necesitan que se les realice la prueba…”, sentenció. O sea, sí hay motivo para la alerta, pero a pesar de la evidencia respecto a la poca aplicación de pruebas, sostiene que es una disminución natural, casi que tendríamos que agradecerlo.
¿Cómo confiar si van de autogol tras otro? Esto lo dijo el Presidente un día antes: “Cómo vamos nosotros a querer manipular, ya lo explicó el doctor López-Gatell: hay cosas inocultables, desgraciadamente no se pueden ocultar los fallecidos, no es nada más medir con el número de pruebas o el número de contagios, el dato más duro y lamentable es el número de fallecidos, ¿eso cómo se oculta?, entonces no son pruebas…”. O sea, los exámenes diagnósticos no son variable.
Si tomamos esta última declaración, con la que López Obrador quiso dar la vuelta a los cuestionamientos por el número de pruebas que señaló la OMS hace unos días, entonces, para evaluar nuestro actuar en la emergencia sanitaria tendríamos que concentrarnos en los más de 61 mil mexicanos que han perdido la vida y en las estimaciones que calculan que, para diciembre, serán 130 mil. Deberíamos alarmarnos por ese dolorosísimo tercer lugar que ocupamos en el ranking mundial de víctimas mortales por la pandemia. No hay manera de defender o justificar lo que ha ocurrido en nuestro país. Al menos no en la lógica; por desgracia, no piensan lo mismo en Palacio Nacional, donde la autocrítica es la gran ausente. Información Excelsior.com.mx