Por Enrique Aranda
Finalmente, Jiménez Espriú dejó el barco.
Si bien el radicalismo lopezobradorista fue hecho de lado el pasado miércoles en la sesión extraordinaria realizada en San Lázaro para elegir a cuatro nuevos consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), la única e incontrovertible verdad respecto de lo ocurrido es que, a la vista el resultado, Morena y afines —“idiotas útiles”— liderados por el siempre obsequioso (con el Ejecutivo) Mario Delgado, y el gobierno federal en consecuencia, lograron sacar adelante a quienes desde la víspera se había propuesto imponer.
Ahora, pretender hacer creer, como parece está ocurriendo, que la minoría opositora integrada por panistas, priistas, perredistas y emecistas, el G4, logró frenar el operativo montado para aumentar la presencia de la izquierda de la 4T al más alto nivel del órgano responsable de organizar y sancionar los comicios, garantizando la legalidad, equidad y transparencia de los mismos resulta, en el mejor de los casos, falso, inexplicable, incluso insultante.
Y esto, porque tal como hicimos constar en nuestra entrega del propio miércoles, la totalidad de los coordinadores de las distintas fracciones habían sido informados que, de parte de la mayoría, la cuarteta a votar no era otra que la integrada por Norma Irene de la Cruz, Carla Astrid Humphrey Jordán, Martín Fernando Faz Mora y Uuck-Kib Espadas Ancona, quienes finalmente, “por consenso” y con el voto en contra de sólo 5 y otras tantas abstenciones de morenos radicales, resultaron elegidos.
Todos, de una u otra forma hay que destacar, vinculados en la actualidad o en el pasado con la izquierda en cuyas filas un par de ellos militó activamente en algún momento y, sin duda, con la administración sexenal o con alguno de los personajes protagónicos de la misma, del propio Andrés Manuel López Obrador de manera directa en uno de los casos al menos…
Que “la cosa pudo haber resultado peor…” es indudable, como lo es también que, como mencionamos, fue la propuesta del oficialismo la que acabó imponiéndose y será ahora, ya en su calidad de miembros del Consejo General del Instituto, que preside Lorenzo Córdova, que cada uno estará en posibilidad de evidenciar su absoluto apego a derecho y, más importante, su distancia respecto del gobierno en cuanto tal, los diferentes partidos y/o algún personaje o interés que no sea el de preservar y mejora,r incluso, la endeble democracia mexicana.
ASTERISCOS
* Evidencia clara de hasta dónde llega la deslealtad y ambición de la “nueva clase política”, el actuar de Carlos Rayo, el secretario del Partido Verde y subdirector de adquisiciones en Atizapán de Zaragoza, que, a la vista el 2021, lanza críticas y hace señalamientos vía redes al gobierno municipal mexiquense para el que trabaja. Cobrar con la izquierda pues, y atacar con la derecha.
* En el marco de una comida “con sana distancia”, realizada en la sede de Acción Nacional este martes, los siete aspirantes a conseguir la candidatura del blanquiazul a la gubernatura de San Luis Potosí conocieron las diversas encuestas realizadas hasta hoy por el partido y en las que, confiaron fuentes oficiosas, el más beneficiado resultó ser el alcalde capitalino Xavier Nava.
Veámonos el domingo, con otro asunto De naturaleza política. Información Excelsior.com.mx