Se prevé que para el 2023 se mantenga el escenario inflacionario.
Mérida, Yucatán, 26 de septiembre de 2022.- El efecto inflacionario se mantendrá en el último trimestre del año sobre Yucatán, por lo que se estima que el arranque de 2023 sea complicado para la región de la península y todo el país, principalmente debido a temas volátiles como los alimentos, los energéticos y el conflicto entre Rusia y Ucrania, advirtió Santiago Pérez Arjona, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
El especialista yucateco en temas financieros adelantó que se espera que las tasas de interés sigan a la alza y se mantenga un crecimiento económico muy moderado. Para el cierre de año se anticipa un crecimiento del PIB de 1.9 por ciento, lo cual quedaría por debajo del crecimiento potencial y no alcanzaría para lograr los avances en bienestar que requiere la población.
También señaló que el cierre del año se perfila como un periodo de elevada inquietud y volatilidad en los mercados financieros internacionales, ya que ocurrirán definiciones en distintos frentes que determinarán el desempeño de la economía nacional.
El dirigente del IMEF Yucatán mencionó que la inflación esperada volvió a aumentar para colocarse por arriba del 8 por ciento, lo que no se observaba en dos décadas, y con un sesgo todavía a la alza.
“El mes pasado creíamos que la inflación iba a estar en un 7.9 por ciento anual, cerramos en un 8.1 por ciento, lo cual es una inflación muy elevada que no se había observado en dos décadas y lo interesante es que todavía tienes indicadores que pueden ir al alza, son muy volátiles”, resaltó.
En ese sentido, indicó que esos sesgos de suma volatilidad, que pueden mantenerse con una tendencia a elevarse, son los tipos alimentarios y los energéticos. “Todos los temas de alimentos y agropecuarios van con una volatilidad muy acelerada, y este es un principal indicador que muestra que la inflación no se detiene, que no da tregua, así también tenemos todavía el conflicto entre Rusia y Ucrania que no se resuelve, además de temas como los energéticos que siguen con tendencia alcista”, explicó.
La inflación pronosticada para 2023, adelantó, se incrementa en relación con la encuesta previa, a 4.8 por ciento, que si bien resultaría una baja considerable respecto a la inflación del 2022 sigue estando lejos de la meta oficial del 3 por ciento, además de que se mantiene al alza.
De igual forma, mencionó que la tasa de interés de referencia monetaria para el cierre del año aumenta respecto a la encuesta previa, para ubicarse ahora en 9.75 por ciento, mientras que el tipo de cambio esperado para el cierre del año se redujo marginalmente a 20.80 pesos por dólar.
“Sobre la tasa de interés de referencia monetaria creemos que cerrará el año en un 9.75 por ciento y para el 2023, sí bajara más o menos al 9 por ciento, pero siguen siendo tasas de interés altas, lo cual origina que la gente en lugar de gastar, dejé el dinero en la banca, para que le genere cierto interés y se merme la liquidez que está las calles”, declaró.
Por último, comentó que el próximo año hay una nueva y lamentable revisión a la baja en el pronóstico de crecimiento del PIB, a 1.2 por ciento, lo que representa un deterioro significativo en las perspectivas requeridas, manteniendo además una tendencia a la baja.