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Oficialmente hoy inician las campañas de las seis corcholatas que buscan ser la o el coordinador de los comités de defensa de la Cuarta Transformación.
Eufemismo gigante para evitar decir lo que en realidad serán: la o el candidato presidencial de Morena para los comicios federales del 2024.
Hasta el propio Instituto Nacional Electoral (INE) ha decidido voltear a otro lado y avalar ese nombre, que en otro tiempo habría acusado de simulación.
Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Adán Augusto, Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco contenderán durante dos intensos meses en el sprint por ser la persona que encabece la encuesta presidencial… y lo harán con un árbitro inexistente.
Lejos quedaron lo días de beligerancia del INE contra el oficialismo. Ya no están Ciro Murayama ni Lorenzo Córdova, los dos, un tremendo dolor de cabeza para Andrés Manuel López Obrador y Morena.
Ya sin ese par de piedritas en sus zapatos, las corcholatas tendrán un día de campo. Nadie le dirá nada, nadie los sancionará. Sólo tendrán que atenerse a una serie dude reglas que, en realidad, parecen sólo llamados a misa.
Eso, sin embargo, es preocupante. Las reglas que el INE le puso al proceso interno de Morena por momentos parecen meramente un catálogo de buenas intenciones: las corcholatas no podrán hacer llamados directos al voto, no podrán hacer uso de los espacios de radio y televisión… y, lo mas peliagudo, sus gastos no serán fiscalizados como recursos de campaña, sino que el partido, en caso de financiarlos, deberá reportarlos como gasto ordinario.
Es decir, no habrá esa obligación severa que existe en toda campaña electoral de llevar un registro preciso de todos las erogaciones e ingresos, tanto en dinero como en especie. que hacen y reciben las y los candidatos.
En este caso, lo que gasten las corcholatas podrá meterse en el mar de dinero de los gastos que cotidianamente hacen los partidos durante el año. Eso es su gasto ordinario.
No sólo eso, sino que además se avecina un posible pleito por el financiamiento de las corcholatas. Morena propuso darle 5 millones a cada una de las personas contendientes. Adán Augusto, sin embargo, decidió no recibir ese dinero, lo cual ya causó reclamos de que eso puede romper el piso parejo.
Pero la equidad en la contienda no sólo recae en los dineros, sino también en el apego a las reglas acordadas al interior del partido guinda y sus aliados, las cuales parece que serán regla muerta. Fernández Noroña ya lo reclamó.
Lo dicho, hoy inician las campañas… y no hay árbitro. Información Radio Formula