Por Paola Domínguez Boullosa
La RAE define “decidir” como formar un juicio resolutorio sobre algo dudoso o contestable; a su vez, como formar el propósito de hacer algo; también, como determinar el resultado de algo y como hacer una elección tras reflexionar sobre ella.
Al comenzar cada año, las personas suelen, por costumbre o necesidad, hacer una serie de propósitos que, por alguna razón, no siempre y no todos suelen tener un final resolutivo. Y no es porque la decisión cambie o la elección haya sido equivocada, la mayoría de las veces esto ocurre porque se pierde uno a sí mismo en lo deseado, le falta motivación o, simplemente, porque se abandona uno en las urgencias del momento o en la desidia o la procrastinación.
Insisto… se hacen demasiados propósitos… y pocos acuerdos personales al respecto. La primera decisión que debemos hacer es comprometernos con propósitos reducidos de manera razonable y objetiva y, para lograrlo, cada propósito debe contar con una meta, un plan.
La meta es un conjunto de objetivos que debemos asumir disciplina y mucha determinación. La vida tiene al final de cuentas más de un juego de póquer que de ajedrez –como dice la doctora Rosa Molina–, estamos tomando decisiones de manera continua, en condiciones de incertidumbre, con más o menos aprendizaje y sometidos al factor suerte. Por esa razón necesitamos un plan.
Ese plan necesita decisiones, las decisiones son actos de sopesar y evaluar en un tiempo concreto las condiciones y características de una situación para escoger, finalmente, una serie de opciones. Las decisiones son funciones ejecutivas que constituyen un conjunto de capacidades y habilidades cognitivas a través de las cuales podemos resolver las situaciones que se presenten y queramos solucionar. Decidir, además, permite controlar y autorregular nuestra propia conducta, y establecer acciones dirigidas a una meta específica.
De ahí que el exceso de propósitos jamás se alcance, nuestra capacidad cerebral no puede abarcar con buen enfoque y éxito demasiadas metas, debido a que las decisiones tomadas –con un grado de compromiso serio– implican para nuestro córtex prefrontal actos complejos como son: mantener en la memoria las opciones disponibles y prestar igual atención a todas ellas; calcular en virtud de experiencias y conocimiento previos los escenarios; percibir las propias sensaciones y estímulos ambientales; hacer predicciones a corto, mediano y largo plazo y, sobre todo… tener la motivación suficiente para llevar a cabo las acciones necesarias. Además, no podemos dejar de lado la autoestima personal, el autocontrol y las emociones… Lo que somos, quiénes somos y cómo elegimos vivir esas metas, porque debemos tener muy claro que habrá que seguir tomando decisiones sobre la marcha, resolver problemas que se vayan presentando y, ante todo, mantener una visión objetiva sobre la supervisión de nuestro propio desempeño durante el proceso y nuestra capacidad de flexibilidad cognitiva, es decir la capacidad para modificar nuestro pensamiento y conducta ante situaciones novedosas o cambiantes.
Como puede observar, no son pocos los requisitos a prever para comenzar un propósito y llevarlo a cabo de la mejor manera posible… Por eso, insisto, tenga pocos propósitos, cada uno de ellos con un plan y con metas claras, específicas, medibles y dentro de un tiempo lógico. Elija sólo aquellas de las que dependa su cumplimiento de usted y blíndese. Blindarse es protegerse, cuidarse, apoyarse, amarse, tener un diálogo positivo consigo mismo; dejar de someter sus decisiones y acciones a la aprobación de los demás, hacerlo a pesar del miedo y mantener un equilibrio emocional. Y por sobre todas las cosas, como prioridad, escuche sus necesidades personales físicas y emocionales. Si usted no está bien nada puede estarlo, se trata de su vida y de sus propósitos, celébrelos y viva con entusiasmo su proceso. Y no olvide nunca tener una buena actitud y abrazar la incertidumbre, que no por incierta es mala, sino todo lo contrario. Como siempre, usted elige.
¡Felices decisiones, felices vidas!
Información Excelsior.com.mx