MAYAGÜEZ
Todo estaba listo: Los novios, los anillos, los invitados… A lo lejos se observó el vehículo que conducía a la novia Sheila Camuy. Había nerviosismo en Idelfonso Pérez, quien se frotaba las manos.
La boda estaba por celebrarse, pero… no eran usuales los arreglos. Sheila llegó a la cita religiosa en una carroza fúnebre, la iglesia fue suplida por el cementerio nuevo de Mayagüez, en Puerto Rico; los invitados vestían de negro; la invitación les fue entregada en un pequeño ataúd y las arras y los anillos estaban en otro pequeño féretro.
La boda se llevó a cabo en un cementerio; fue Sheila quien explicó los motivos por los que se celebró su unión matrimonial en tan peculiar recinto.
Acá tengo a la mitad de mi familia y ellos son los que amo; así que aquí estamos… la verdad es que nosotros tenemos una cosa y un respeto con eso, pero creo que todos vamos a usar eso en un momento dado y yo no le tengo temor”.
Sheila e Idelfonso sellaron su amor con un hasta que la muerte los separe. Información Excelsior.com.mx