Por Enrique Aranda
Llegada la fecha… seguimos lejos de Dinamarca
Lo dicho: dos años…¡y nada!
Nada más allá de su cansina y no pocas veces falaz retórica mañanera y del autocomplaciente discurso, que, apoyado en “otros datos”, que no acabamos de conocer, refiere a logros y conquistas en prácticamente todos los órdenes que nadie atina a identificar como, insistamos, no sea la referencia a la opaca entrega de miles de millones de pesos del erario a sectores tradicionalmente marginados sí, pero, también, a “clientelas” (electorales) seleccionadas.
Dos años en que, como mencionamos el lunes, el signo característico de la gestión gubernamental no ha sido el impulso y/o la concreción de obras o proyectos de infraestructura que abonen a la superación de los problemas de millones de mexicanos, sino, en contraste, la deconstrucción de instituciones y la suplantación de funciones del Legislativo y Judicial, incluso que, aunque con errores y omisiones, alentaban la consolidación de una democracia participativa y, más importante, de un Estado de derecho.
Un primer bienio de gobierno, insistamos, en que el sistema nacional de salud fue suplantado por un nuevo modelo, cuya ineficiencia es exhibida en forma cotidiana por una pandemia que, más allá del discurso, está muy lejos de ser controlada. El primer tercio del sexenio en que la economía naufraga ante la pérdida de confianza del empresariado, que opta por sacar dinero del país antes de invertirlo en la creación de empresas y la generación de empleos, en que la crítica recurrente habla de corrupción en la entrega, al margen de licitación, de casi 75% de obras o acciones de proveeduría.
Veinticuatro meses durante los que, aun cuando el “logro” a presumir por la administración federal sea haber sentado las bases de la transformación social del país, que deberá estar concluida en los 48 venideros, ésta no acaba de perfilarse cuando no sea por los rasgos autoritarios de aquella que, sólo a manera de reflexión, no ha tenido tiempo para establecer siquiera un diálogo directo y respetuoso ni con los dos Poderes restantes de la Unión ni, menos, con los gobiernos de buena parte de los estados soberanos…
El reto sigue ahí, pendiente de cumplimiento, como también lo están problemas graves con tendencia creciente: inseguridad y violencia, violación de derechos, feminicidios, extorsión, etcétera, ante los que poco o nada aún se ha hecho. El reto sigue ahí…
ASTERISCOS
* Con la novedad de que más pronto de lo que muchos esperamos, para junio de 2021, la poco rentable Florería Bucareli pretende, con cargo al partido del gobierno, abrir una “sucursal” en territorio de Alvaro Obregón con el neomoreno Jorge Sánchez Cordero Grossmann, sobrino de la cada vez más cuestionada gerente de la matriz, Olga Sánchez Cordero al frente. ¡Ufff!
* Miembro de la Alianza Federalista que agrupa a los mandatarios de un tercio de los estados del país, en su tercer informe de gobierno, el priista coahuilense Miguel Riquelme estableció que “México no puede avanzar sin coordinación ni equidad y que, hoy, al menos diez entidades, incluyendo la nuestra, sufren de un trato injusto de parte de la federación”. ¿Así o más claro?
Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política. Información Excelsior.com.mx