El dolor podría inhibirse a través de una molécula de origen natural llamada ácido oleico que se encuentra en el aceite de olivo.
De acuerdo con Tamara Rosenbaum, investigadora del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, se hicieron pruebas en ratones que arrrojaron este resultado.
Detectamos una molécula de origen natural llamada ácido oleico que se encuentra en el aceite de olivo, y aplicado a ratones detectamos que a nivel fisiológico inhibe el dolor, finaliza”.La investigadora explicó que cuando nuestra mano toca por error agua caliente, la sacamos rápidamente por el ardor que sentimos.
Detalló que el organismo tiene receptores cerca de la piel que activan ciertas neuronas por el cambio de temperatura y llevan esa información al cerebro para dar la orden de quitar la mano.
En este contexto, la investigadora trabaja con aspectos moleculares relacionados con la percepción del dolor, específicamente con membranas de células que permiten a través de su apertura al cierre, el paso de iones o de moléculas eléctricamente cargadas.
De esta forma, intentamos identificar a nivel molecular cómo funcionan estas proteínas que son canales iónicos. En particular trabajamos con receptores de potencial transitorio V1 (TPRV1), que responden a diversos estímulos, incluidos cambios de temperatura”, enfatiza.
Por ejemplo, este receptor responde al chile, un compuesto pungente a la capsaicina y se asocia ampliamente a diversas patologías como son el dolor producido por isquemia, cáncer, entre algunos otros.
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