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El ejército israelí bombardeó la ciudad de Al-Qlaileh, en el sur del Líbano, después de la andanada de cohetes, informó la Agencia Nacional de Información y el canal Al-Manar, afiliado a Hezbolá, sin reportar en víctimas en primera instancia. Según la agencia, la artillería israelí lanzó “varios proyectiles desde sus posiciones en la frontera” contra dos pueblos del sur de Líbano, el país vecino, después de que “varios cohetes de tipo Katyusha” fueran disparados contra Israel.
Durante la tarde de este jueves (tiempo local), las tropas israelíes interceptaron un cohete lanzado desde Líbano, después de que los enfrentamientos entre la policía y fieles palestinos en la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén desataran advertencias de represalias en la región. Según los servicios de rescate, habría un hombre y una mujer herida.
“Un cohete fue lanzado desde Líbano hacia el territorio israelí y fue interceptado con éxito”, declaró el ejército en un comunicado.
En las ciudades de Shlomi y Moshav Betzet, así como en la región de Galilea, en el norte de Israel, sonaron sirenas de alarma, añadió. Nadie reivindicó el ataque de momento y la última vez que se lanzó un cohete desde Líbano hacia Israel fue en abril de 2022. Las autoridades han dado instrucciones a los residentes que viven en comunidades cercanas a la frontera de Israel con el Líbano para que permanezcan cerca de los refugios.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, está recibiendo “actualizaciones continuas sobre la situación de la seguridad y llevará a cabo una evaluación con los jefes de los cuerpos de seguridad”, señaló su gabinete, que se está reuniendo por primera vez desde febrero para evaluar la situación en el norte de Israel.
Israel se atrajo numerosas condenas internacionales después de que la policía interviniera la madrugada del miércoles para desalojar violentamente a fieles palestinos de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, el tercer lugar santo del islam. La intervención, que dejó 350 detenidos según la policía y 37 heridos según la Media Luna Roja palestina, provocó una escalada de disparos de cohetes desde Gaza y de bombardeos israelíes.
El incidente se produjo en plenas celebraciones del Pésaj —la Pascua judía— y del mes musulmán del Ramadán. Hezbolá, el poderoso movimiento libanés y proiraní dotado de una rama armada, advirtió unas horas antes que apoyaría “todas las medidas” que tomen las organizaciones palestinas contra Israel tras los enfrentamientos.
“Hezbolá denuncia enérgicamente el asalto de las fuerzas de ocupación israelíes a la explanada de la mezquita de Al Aqsa y sus agresiones a los fieles”, afirmó la formación chiita en un comunicado.
Hezbolá, enemigo jurado de Israel, tiene buenas relaciones con el movimiento islamista Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, y con la Yihad Islámica palestina. Información Excelsior.com.mx
