NAUCALPAN, Edomex (apro).- Mientras que Josefina Vázquez Mota se perfila como la peor candidata del PAN a gobernadora del Estado de México, por debajo inclusive de Luis Felipe Bravo Mena –con inferior porcentaje y en cuarto lugar–, el dirigente nacional Ricardo Anaya proclamó el triunfo en “por lo menos tres de las cuatro elecciones” estatales y en los hechos arrancó su campaña en pos de la candidatura presidencial.
“Con esta fuerza, con estos triunfos, estamos listos: En 2018 vamos a ganar la Presidencia de la República”, exclamó Anaya, en un mensaje triunfalista y futurista que exaltó los logros de su gestión como presidente del PAN, iniciada en octubre de 2015.
“Yo llegué a la presidencia del partido por el voto de los militantes en el año 2015. En estos dos años, de cuando yo llegué a este momento, prácticamente hemos triplicado el número de gubernaturas en el Partido Acción Nacional. Cuando yo llegué gobernábamos cinco estados, hoy en la noche estaremos gobernando por lo menos 13 entidades federativas”.
Ricardo Anaya, a quien propagandistas comparan con Carlos Salinas por haber llegado a la Presidencia de la República a los 39 años de edad –y él los cumplirá el próximo año–, afirmó que el PAN es el ganador del proceso electoral en cuatro estados.
“Estamos más fuertes que nunca en la víspera de una elección presidencial. Nunca habíamos llegado a una elección presidencial con 13 gubernaturas, como será el caso en esta ocasión. Ninguna fuerza política gobierna más capitales de los estados que las que gobernamos nosotros”.
En contraste, y de acuerdo con los resultados del conteo rápido del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), Vázquez Mota es ya la más mala candidata del PAN a gobernadora, porque no sólo quedó en cuarto lugar, sino que obtuvo un porcentaje menor al de Bravo Mena en la elección de 2011.
Según cifras oficiales, ese año el panista obtuvo 12.28% de los votos, según el cómputo definitivo y en tercer lugar como contendiente, mientras que Vázquez Mota logró sólo entre 10.99% y 11.57%, es decir, este último porcentaje sería el máximo que podría obtener.
La candidata panista, quien como aspirante presidencial en 2012 se cayó al tercer lugar, ahora se desplomó al cuarto peldaño, por debajo del perredista Juan Zepeda, pese a que en febrero las encuestas del PAN la colocaban en la primera posición.
Aun así, tras el desastre, Vázquez Mota fue objeto de un especial reconocimiento de Anaya, quien la llamó “mujer grande” que dio una “batalla extraordinaria” y por ello dijo los panistas están “profundamente orgullosos” de ella.
El PAN y Vázquez Mota, dijo Anaya, enfrentaron una auténtica elección de Estado, con múltiples irregularidades que ya están documentando los representantes de casilla, pero además se registraron más de 100 visitas de integrantes del gabinete federal y hubo una intervención directa tanto del gobierno federal como del estado con la entrega de todo tipo de dádivas con recursos públicos, directamente el propio gobierno, o a través de organizaciones satélite afines al PRI.
“Y quizás lo más grave, lo más vil, lo más cobarde: el uso de las instituciones del Estado mexicano tratando de manchar el honor, la honra de Josefina Vázquez Mota y de su familia, y se atrevieron a filtrar información falsa de la unidad de inteligencia financiera, de la Procuraduría General de la República”.
El presidente del PAN encabezó con Vázquez Mota una reunión con el equipo de campaña de la candidata, en la sede estatal del PAN en Naucalpan, Estado de México, y ahí se comprometió a que la seguirá apoyando: “Es un talento enorme que vamos a cuidar”.
Por la mañana, sabido que se debatía entre el tercero y el cuarto lugar, Anaya decidió no acompañar a Vázquez Mota a votar, en la zona residencial del municipio de Huixquilucan y sólo lo hizo acompañada de su familia y del presidente estatal del PAN, Víctor Hugo Sondón, coordinador de su campaña.
–¿No vino Anaya? –le preguntó el reportero.
–Ahí está el presidente de mi partido –respondió, lacónica– y estoy con quienes me han acompañado a lo largo de la campaña.
En efecto, la acompañaron Sondón y sus hijas, entre ellas María José Ocampo, acusada de tomar decisiones estratégicas que la condujeron a la derrota, como documentó el semanario Proceso.
En su mensaje en la sede estatal del PAN, donde durante el día hubo un ambiente fúnebre, Vázquez Mota proclamó el fin de una etapa y el comienzo de otra, porque en el Estado de México se inició un cambio que “ya nadie detiene”.
Aunque admitió su derrota –“reconozco que las tendencias no me favorecen”–, aclaró que esperará la revisión de las actas para definir la posición que asumirá ante una elección de Estado. Información Proceso.com.mx