La reinfección de COVID-19 es una realidad y un joven de 18 años de origen salvadoreño radicado en Estados Unidos la sufrió, provocando su muerte el pasado mes de noviembre.
Wilber Portillo era un chico graduado del CEC Early College y tenía una pequeña empresa de artículos deportivos. Pese a estar acostumbrado a comer sano y realizar ejercicio, su cuerpo no soportó el sufrir coronavirus en dos ocasiones y falleció mientras dormía.
La primera vez que Wilber se contagio de COVID-19 fue debido a un viaje de negocios que realizó a Los Ángeles, por lo que tuvo que comenzar su proceso de recuperación en el mes de octubre, mismo del que salió adelante.
Sin embargo, a pocas días de su recuperación, Portillo volvió a contagiarse de acuerdo a versiones de sus familiares, aunque no llegó a saber su diagnostico final. Un día antes de su fallecimiento, Wilber asistió al médico debido a las molestias físicas y le informaron que tenía una infección en los pulmones.
Dos días después de su deceso, los estudios arrojaron que Wilber había muerto por COVID-19, esto tras asistir a una fiesta, así lo informó su tío Óscar Castillo.
“Es un poco difícil saber que ya no existe físicamente. Era un tipo de mucha luz”, mencionó Castillo.
Tras el fallecimiento del joven se creo una campaña en la plataforma GoFundMe para que los restos de Portillo fueran regresados a El Salvador, su país de origen, misma que ahora ya no se encuentra disponible para hacer donaciones.
“El COVID-19 se debe tomar en serio. No importa qué tan joven o saludable parezcas. Quédense en casa todo lo que puedan a menos que sea para necesidades esenciales”, aseguró la familia de Portillo, quien evidenció lo sucedido con la intención de concientizar sobre los riesgos del coronavirus.
Con información de Fox Denver 31