Federico Azul/ Yucatán al Instante
Kinchil, Yuc., 16 de noviembre 2024.- La noche de ayer viernes se escribió una amarga tragedia en este municipio, cuando minutos después de las 10 de la noche, se suscitó un encontronazo fatal en la esquina conocida como el “Brazo Fuerte” del Centro, conmocionando a los pobladores.
Según los hechos, dos empleados de Grupo Carso a bordo de un vehículo FIAT Mobi blanco, aparentemente salieron de un bar de la zona para enfilarse por la calle 23 por 30 y 32.
Los mismos testigos vecinales afirman que los ocupantes estaban visiblemente ebrios, lo que desencadenó una serie de decisiones trágicas.
El compacto, circulaba de norte a sur sobre la 23, por lo que al llegar al cruce con la 30, se voló la señal de alto y se llevó de corbata un tricimoto.
El conductor del vehículo ligero sufrió graves heridas en la pierna, pero los responsables no se detuvieron. En su fuga, aceleraron aún más, hasta pasarse las señales rojas de las calles 28 y 26-A.
Fue en esta última intersección donde su imprudencia culminó en tragedia.
Pedro Alberto C. M., de 44 años, popular como “Pewas”, manejaba un Volkswagen Gol rojo sobre la 26-A con preferencia de oriente a poniente.
De esta forma el FIAT impactó brutal el lado derecho trasero del vehículo de Pewas, provocando que el Gol con serie (ZCW415A) de un giro de 180 grados y termine sobre la acera.
Acto seguido el FIAT con placas (YWD861E) se revento con otras dos mototaxis estacionadas y finalmente detuvo su marcha estrellado contra el muro de un predio.
A pesar de que los paramédicos llegaron rápidamente al área del percance, no pudieron hacer nada para salvar la vida de “Pewas”, quien falleció en el lugar poco después de la colisión.
Los vecinos, alarmados por el desastre, evitaron que el guiador de aproximadamente 21 años, y su acompañante lograran escapar.
Fuentes cercanas informaron que el nivel de alcohol del joven, vecino de la colonia San José Tecoh en Mérida, rebasaba los 260 grados.
Los hunucmaenses lamentan profundamente la pérdida y el desastre provocado por una imprudencia que pudo evitarse, pues como ironías del destino Pedro Alberto llevaba más de 21 años de estar en sobriedad, y esa noche luego de realizar un breve trabajo, acudiría a un Grupo de AA de esta ciudad.
Mientras del otro lado de la moneda, un alcohólico activo de apenas 21 años provocaría un accidente que marcará toda su vida y enfrentará aún un proceso penal.
Pewas deja en desamparo a una niña de 13 años y un muchacho de 21 años, descanse en paz.