«Hoy creo más en el chapo Guzmán que en los gobiernos que me esconden verdades aunque sean dolorosas». Esta frase la escribió Kate del Castillo en 2012. La actriz mexicana no sabía entonces (o sí) lo que se le venía encima. Mensajes privados con el narcotraficante más buscado de la década, encuentros en las montañas de México, una entrevista a tres con el actor Sean Penn y un sinfín de situaciones más propias del argumento de su último éxito en Netflix, Ingobernable, que de la vida de una estrella de la televisión.
La serie, que ya ha sido renovada para una segunda temporada, sigue los pasos de la primera dama de México(Del Castillo), en busca y captura acusada del asesinato de su marido, encarnado por Alberto Guerra. «Se ve un México real, un México poderoso, millonario… Pero también está reflejado el México más pobre. Y yo siento una gran responsabilidad como mexicana de hacerlo lo más real posible», resume la actriz, que añade: «Habla también de la impunidad y de lo corrupto que es el gobierno».
- Como mexicana y estadounidense estará viviendo de una forma especial toda la polémica que rodea a ambos países desde la elección de Trump como nuevo presidente.
- El número 45 (Trump), que no me gusta decir su nombre, no me representa, como tampoco lo hace Peña Nieto. Ninguno me representa, ni como mujer ni como ciudadana. Somos ciudadanos del mundo y tenemos derecho de protestar por lo que nos molesta. En lugar de construir muros hay que construir puentes.
La actriz tiene una peculiar relación con su país de nacimiento desde el affaire Chapo. La fiscalía sigue investigando su relación con el narcotraficante y ella evita desde entonces volver a México. De hecho, todas las entrevistas que hace para su país son mediante videoconferencia. «Yo hogar le llamo a mi casa de EEUU. Tuve que salir de México para buscar mejores oportunidades, pero eso no me quita mi derecho como mexicana de decir lo que me dé la gana sobre el gobierno», afirma.
Y hay que creerla cuando asegura que dice lo que le da la gana, porque Kate del Castillo tiene para todos. «A las mujeres nos cuesta el doble de trabajo todo. Y no es feminismo, que aquí escuchan la palabra feminismo y ya creen que estamos a favor del aborto, que odiamos a los hombres y que todas somos lesbianas. Es el colmo que tengamos que seguir hablando de esto en esta época».
Ya saben, ingobernable.
Información elmundo.es