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La ministra Yasmín Esquivel se ha sentido a salvo con la falsa idea de que ya todo terminó.
Tras la elección de la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación creyó que terminaría su escándalo e incluso se relajó. Fue algo pasajero, pensó. Una mera campaña de la conservaduría.
No sólo eso, no sólo se relajó, sino que además se envalentonó. La semana pasada presentó un amparo histórico con la finalidad de ‘amordazar’ a la UNAM y evitar que se pronuncie sobre el caso de plagio que la aqueja.
La Máxima Casa de Estudios no se quedó callada y emitió un comunicado en el que condena la censura impuesta por la ministra, que se ha convertido en una de las egresadas más problemáticas que ha tenido en su centenaria historia. Es decir, un dolor de cabeza.
Paralelo a la investigación que realiza un Comité de la Universidad en contra de Yasmín Esquivel, sí, ese mismo Comité contra el que ella se amparó, hay la posibilidad de que se avecinen acciones legales.
Este caso, después de todo, no se trata de una campaña contra la 4T o AMLO, sino un caso que pone en juego la credibilidad de la principal institución educativa de México.
Fuentes de la UNAM confiaron a Héctor Herrera, periodista de Grupo Fórmula, que la institución analiza presentar una denuncia penal en contra de la ministra por haber cometido plagio.
El argumento dentro de la universidad, consiste en que la integrante de la Suprema Corte violó el artículo 427 del Código Penal Federal que dice lo siguiente:
“Se impondrá prisión de seis meses a seis años y de trescientos a tres mil días multa, a quien publique a sabiendas una obra substituyendo el nombre del autor por otro nombre”.
Ergo, la ministra, integrante de la Máxima Instancia Judicial del país, cometió un supuesto crimen… y ¿cómo se encargará ella misma de otorgar justicia si su propia probidad está en juego?
Aún no se sabe qué decisión final tomará la UNAM, lo que sí es que la ‘balada’ de Yasmín Esquivel está lejos de terminar. Información Radio Fórmula