En nombre de su grupo parlamentario, la diputada local Paulina Viana Gómez se sumó a las voces de los diputados federales del PAN y pidió desde la máxima tribuna del Estado que se retire la invitación a Nicolás Maduro Moros para viajar a nuestro país y asistir a la toma de protesta del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Al argumentar su posicionamiento, la joven legisladora denunció las acciones del presidente venezolano en contra de sus propios ciudadanos, la violencia, los presos políticos, la falta de alimentos y medicinas y la migración a gran escala.
—Es impensable darle la bienvenida a una persona que lastima todo en lo que México cree, ama y defiende —sostuvo.
—No se pueden dejar de lado las posturas y acciones de la dictadura de Nicolás Maduro. Aceptarlo, pasarlo por alto nos hace cómplices de un régimen abusador, violador y genocida, generador de la crisis humanitaria sin precedente que vive Venezuela —añadió.
También subrayó que los mexicanos no deben olvidar las repetidas acusaciones de Maduro contra México, incluidas las de un supuesto atentado en su contra. “Que quede bien claro: Maduro, no eres bienvenido”, destacó.
Su intervención generó inmediatas acusaciones de los diputados de PRD y de Morena, que dijeron que el Presidente electo podía invitar a venir a México a quien quiera, que la Cámara de Diputados no podía cuestionar a quién invita y que si el país abre las puertas a los inmigrantes también se podría recibir a Maduro.
La diputada Viana contestó de inmediato que no debatiría cuestionamientos sin argumentos y que “es innegable la realidad que viven nuestros hermanos venezolanos”.
La diputada local Kathia Bolio Pinelo dejó en claro que no se puede comparar a los inmigrantes sudamericanos y centroamericanos que están llegando a México, de los cuales, dijo, muchos se encuentran en Yucatán, y que buscan liberarse del gobierno opresor de Maduro, con el propio presidente venezolano.
La coordinadora de los diputados locales del PAN, Rosa Adriana Díaz Lizama, reiteró que la invitación a Maduro no era grata y exigió respeto a los legisladores. “En esta tribuna podemos hablar, coincidir o disentir entre nosotros mismos, con plena libertad y con el derecho que nos ha concedido el pueblo yucateco”, concluyó.