Por
Faltan 235 días para que decenas de millones de mexicanos vayamos a las urnas para votar a favor de alguna de las dos candidatas a la presidencia de la República. También elegiremos a los diputados y senadores que conformarán la siguiente legislatura federal. En nueve estados, millones de ciudadanos decidirán por medio de sus votos quiénes serán sus próximos gobernadores o gobernadoras. Y en casi todas las entidades, los votantes determinaremos a través de nuestros sufragios a quienes integrarán los ayuntamientos (alcaldías en el caso de la Ciudad de México) y congresos locales. En total, serán 12,268 cargos de elección popular los que estarán en juego el 2 de junio del año entrante.
Durante esos 235 días sucederán muchas cosas que influirán en el ánimo de los ciudadanos, especialmente de aquellos que hasta ahora no han decidido por quiénes votarán.
En el caso de la elección presidencial, las encuestas indican que entre un 15% a 20% de las personas aún no saben quién es la candidata que favorecerán con su voto o, como cada vez sucede con mayor frecuencia en el caso de las encuestas políticas, prefieren no decir por quién votarán o, de plano, por alguna razón u otra, dan una respuesta falsa.
Por lo anterior, creo que es absurdo que desde ahora los que promueven a Claudia Sheinbaum, la candidata de la 4T (Morena-PVEM-PT), o a Xóchitl Gálvez, la del Frente Amplio por México (PAN-PRI-PRD), estén enfrascados en una guerra de encuestas para tratar de demostrar que su candidata goza de una amplia ventaja en la intención del voto de los ciudadanos, en el caso de Claudia, o que su candidata no está tan lejos de la primera, en el caso de Xóchitl.
Durante los últimos días, varios panistas distinguidos se han referido a la encuesta telefónica robotizada realizada a principios del mes por Massive Caller y difundida el lunes pasado. A la pregunta “En el año 2024 habrá elecciones para elegir al próximo presidente de México. ¿Si hoy fueran las elecciones, por cuál partido político o candidato votaría usted?”, Sheinbaum obtuvo el 41.5% de las respuestas, mientras que Xóchitl recibió el 32.1%. Una diferencia de apenas 9.4 puntos.
Los promotores de Gálvez también se refirieron a la encuesta dada a conocer a principios de esta semana por México Elige, la cual le da a la morenista el 50.9% de la intención del voto y a la panista el 40.1%. Una diferencia de 10.8 puntos.
Los panistas utilizaron estas encuestas para demostrar que la distancia que separa a su candidata de su adversaria no es tan amplia, como la que supuestamente existe de acuerdo con una encuesta realizada por Consulta Mitofsky para el diario El Economista, también dada a conocer el lunes, en donde Sheinbaum obtiene el 56.5% de las preferencias y Gálvez apenas el 32%, una diferencia de 24.5 puntos a favor de la morenista.
Los que apoyan a Xóchitl recordaron que Massive Caller y México Elige fallaron por muy poco en sus encuestas finales relacionadas con la reciente elección de la gobernadora del Estado de México. La primera por 6.4 puntos de diferencia con los resultados de esa elección y la segunda por 6.1 puntos, mientras que Mitofsky falló por 12.3 puntos.
En todas las encuestas serias Sheinbaum lleva la delantera y Gálvez no podrá ganarle con una guerra de encuestas.
Twitter: @ruizhealy
Facebook: Eduardo J Ruiz-Healy
Instagram: ruizhealy
Sitio: ruizhealytimes.com
Información Radio Fórmula