Mérida, Yucatán.- Cristian Prlando y Claudia Verónica vivieron el peor día de su vida cuando perdieron a su bebé prematuro por lo que señalan una negligencia médica del hospital de Ticul.
La pareja dio a conocer que la negligencia se dio por parte de dos empleadas del hospital, entre ellas una enfermera y una larga espera de 1 hora y media que pudo haber sido la diferencia entre la vida y la muerte de su pequeño
Relataron que el bebé perdió la vida durante la cesárea y la madre estuvo a punto de perder la vida por una hemorragia.
“Estábamos en la casa la noche del sábado y mi esposa sintió algunos dolores, como estaba embarazada de ocho meses no le dimos mucha importancia; como a las 5 de la madrugada del domingo se le rompió la fuente y tuvo sangrado abundante”.
Según narran, ellos llegaron al hospital a las 05:30 horas y la recepcionista del lugar no estaba; posteriormente, la recepcionista que se encontraba durmiento los atenció y les pidió esperar.
Nos atendieron a las 07:30 horas.
“Cuando checaron al bebé a través del ultrasonido vieron que todavía tenía latidos, pero eran irregulares, entonces dijeron que tenían que practicarle una cesárea a mi esposa. A las 8 la operaron y al bebé intentaron reanimarlo, pero no dio resultado ya había fallecido”.
Fue un par de días los que la madre tuvo que estar hospitalizada, en los cuales escuchaban a los mismoa empleados quejarse del manejo del lugar.
La hora y media que nos hicieron esperar fue el momento clave para salvarle la vida al bebé.
Señalan que los mismos empleados decían que no se realizaba la limpieza en el hospital.
Si esa gente no tiene la voluntad de trabajar, es mejor que renuncien y le den la oportunidad a personas que quieran trabajar.
“Al final nos quisieron echar la culpa por lo que ocurrió porque no reconocen el error de ellos de no atender a mi esposa cuando llegamos al hospital”, informó El Diario de Yucatán.
Personal del lugar les entregó el cuerpecito envuelto en cintas de plástico y una caja de cartón. debate.com.mx