LIMA.
El papa Francisco afirmó ayer que la política en Latinoamérica está en profunda “crisis” por la corrupción y deploró los estragos de la corrupción.
El pontífice dijo, durante un encuentro informal con los obispos peruanos en su último día de visita a Perú al término de una gira que lo llevó también a Chile, que en gran parte de América Latina ”la política está enferma, esta muy enferma y hay excepciones, pero en general, está más enferma que sana”.
Jorge Mario Bergoglio se interrogó: “¿Qué le pasa a Perú, que cuando uno deja de ser Presidente lo meten preso?”.
(Ollanta) Humala, está preso, (Alejandro) Toledo está preso (vive en Estados Unidos y sobre él pesa una orden de extradición), (Alberto) Fujimori estuvo preso hasta ahora y Alan García, que está que entro o no entro. ¿Qué pasa?”, se preguntó el Papa.
Sobre el expresidente Alejandro Toledo (2001-2006) pesa una orden de captura internacional por presuntos sobornos y lavado de activos, Alan García (2006-2011), está bajo investigación por soborno y Ollanta Humala (2011-2016) está en cárcel provisional también por presunto lavado de activos.
Incluso el actual mandatario Pedro Pablo Kuczynski también está inmerso como testigo en una investigación fiscal por el pago de más de 782 mil dólares que la empres brasileña Odebrecht realizó a su consultora financiera mientras era primer ministro.
Por su parte, el expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), quien en víspera de la Navidad fue excarcelado por Kuczynski, cumplía 25 años de prisión por genocidio, pero también tenía condenas por delitos de corrupción.
Hay excepciones pero, en general, (la política en América Latina) está más enferma que sana”, dijo el pontífice tras dar un discurso oficial para pedir unidad a una Iglesia, la peruana, dividida por las luchas de poder en su seno.
Francisco también hizo referencia a un escándalo de sobornos en América Latina.
El caso Odebrecht simplemente es una anécdota chiquita, el quid pro quo (intercambio), pero no del sano negociado político… sino del ‘te tapo esto pero me tapas esto’”, puntualizó.
El Papa argentino también advirtió a los obispos que no deben descuidar la dirigencia de los pueblos. “Si caemos en manos de gente que solamente entiende el lenguaje de la corrupción estamos fritos. Allí sí que no tenemos oportunidad de ponerle aceite en las manos (…) se les pega la plata”.
El Papa conversó con los prelados peruanos en el Palacio Arzobispal, tras leerles un discurso dedicado a resaltar al santo Toribio de Mogrovejo (1538-1606), exarzobispo de Lima, les pidió que no tengan miedo “a denunciar los abusos y los excesos” contra la gente.
Francisco concluyó ayer su viaje a Perú con una misa ante 1.3 millones de personas en Lima, desde donde denunció las situaciones “de dolor y de injusticia” en las ciudades,
Puntualizó que en la ciudad existen personas que “consiguen los medios adecuados para el desarrollo de la vida”, mientras que son muchos los “sobrantes urbanos” que no tienen las condiciones necesarias para llevar una vida digna.
PIDE ORAR POR EL CONGO
El papa Francisco pidió esfuerzos para evitar la violencia y buscar soluciones tras una nueva oleada de violencia en la República Democrática del Congo (RDC), durante el rezo del Ángelus en Perú.
Tras concluir el mensaje dedicado a los jóvenes desde el balcón del arzobispado, Francisco dijo que el mundo está “lleno de guerras y de problemas” y que le habían llegado noticias muy preocupantes desde la República Democrática del Congo.
Después pidió a los fieles reunidos en la Plaza de Armas de la capital peruana que recen “por los hermanos en Congo”.
En tanto, al menos seis personas murieron y 49 resultaron heridas ayer en la RDC durante la dispersión de marchas contra el presidente Joseph Kabila.
–AFP y EFE
OPOSITOR A FRANCISCO, EN MISA
El cardenal estadunidense Seán Patrick O’Malley participó ayer en la misa celebrada por el papa Francisco en Lima, un día después de haber criticado las palabras del pontífice en defensa del obispo chileno Juan Barros, acusado de encubrir abusos sexuales contra menores.
El cardenal, quien es presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores del Vaticano, tenía previsto desde hace tiempo viajar a Lima para participar en algunos actos, y como es su derecho decidió participar en la misa multitudinaria que puso fin a la visita papal a Chile y Perú.
El pasado jueves, Francisco defendió a Barros y dijo que las acusaciones de que encubrió los abusos sexuales contra menores cometidos por el sacerdote Fernando Karadima “son calumnias”.
El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, voy a hablar”, declaró el pontífice a periodistas de varios medios locales a su llegada a la ciudad de Iquique, donde celebró la última misa en Chile.
En una carta publicada ayer por su arquidiócesis de Boston, Estados Unidos, O’Malley consideró “comprensible” que las palabras del Papa “fueron una fuente de gran dolor para los supervivientes de abuso sexual por parte del clero o cualquier otro perpetrador”.
–EFE
CRITICA A MONJAS CHISMOSAS
El papa Francisco comparó ayer a las monjas que esparcen chismes con “terroristas”, asegurando que esta práctica es “peor que lo de Ayacucho hace años”, en referencia a los años de actividad del grupo guerrillero Sendero Luminoso en Perú.
En el último de sus cuatro días de visita al país andino, el pontífice tuvo un encuentro con medio millar de monjas contemplativas en el Santuario de las Nazarenas, en el centro de Lima.
Durante el encuentro, afirmó que hay que evitar los chismes en el convento, pues son inspirados por el demonio.
¿Saben lo que es la monja chismosa? Terrorista. Peor que lo de Ayacucho hace años. Porque el chisme es como una bomba (…), como el demonio. Tira la bomba, destruye y se va tranquilo. Monjas terroristas, no. Sin chismes”, afirmó.
Ya saben que el mejor remedio para no chismear es morderse la lengua. La enfermera va a tener trabajo, porque se les va a inflamar la lengua, pero no tiraron la bomba. Y acuérdense de los terroristas de Ayacucho cuando tengan ganas de pasar un chisme”, agregó.
Ayacucho fue cuna de la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso con las fuerzas de seguridad en Perú, que dejó al menos 69 mil muertos y desaparecidos durante una guerra que duró dos décadas a fines del siglo pasado.
Aunque grupos remanentes de Sendero Luminoso aún operan en una zona andina, ya no representan un riesgo para la estabilidad del Estado peruano. Información Excelsior.com.mx