Por José Cárdenas
La mesa está puesta y la tercera ola de contagios y muerte por COVID viene en camino, aunque a decir de epidemiólogos el país nunca ha salido de la primera. Lo que viene es una tercera escalada que pegará con tubo ante las inminentes vacaciones de Semana Santa.
Ante esto, el gobierno conduce una estrategia fallida. Cada vez que viene una disminución aparente de contagios y muertes lo políticamente correcto es hablar de reabrir todo, hasta las escuelas, pero en realidad la situación sigue descontrolada y los contagios podrán acelerarse en las próximas semanas por la aparición de cepas aún más agresivas del maldito virus. No estamos mejor que antes por más esfuerzos del gobierno para hacerle creer a la gente que vamos de salida cuando en realidad no vemos la salida.
Las vacunas no van a contener la tercera escalada ni de milagro, aunque se vacunaran un millón de personas cada día. La vacunación es algo que llevará mucho tiempo; hay un retraso muy grande. Sólo ha sido vacunado el 4.3 por ciento de la población; para que haya efectos positivos se requiere inmunizar al 70 por ciento o más.
Sume a esto que el confinamiento es la estrategia menos efectiva y mas costosa por el deterioro social, económico y emocional.
Hay que detener los contagios, aplicar pruebas y más pruebas, aislar rigurosamente a los infectados, usar cubre bocas, ventilar espacios, cuidar la calidad del aire y evitar aglomeraciones. No hay de otra cuando todo indica que la pandemia va para largo.
El panorama es desolador.
Informaciçon Radio Fórmula