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El mayor reto de estos profesionales es promover la salud de la comunidad con un amplio sentido de responsabilidad social.
Mérida, Yucatán,- En septiembre de 1995, inició actividades la primera generación de estudiantes de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad Autónoma de Yucatán.
Han trascurrido 22 años y han egresado más de 500 estudiantes en 18 generaciones. Actualmente, 25 pasantes se encuentran realizando servicio social, y a las aulas asisten 210 estudiantes. De éstos, 143 cursan primero, tercero o quinto semestre del nuevo plan de estudios que se encuentra alineado al Modelo Educativo de Formación Integral (MEFI) y 67 cursan séptimo o noveno semestre del plan 1995.
El 15% de los egresados han realizado estudios de posgrado en México o en el extranjero. Y el 85.7% ejercen la profesión en las áreas de Nutrición Poblacional, Nutrición Clínica, Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Administración de Servicios Alimentarios, Investigación y/o Docencia, mismos que se han vuelto -en muchos casos- referentes en la formación de nuevas generaciones.
Algunos de los retos superados durante estos 22 años, son las evaluaciones realizadas por expertos nacionales de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES) así como del Consejo Nacional para la Calidad de Programas Educativos en Nutriología (CONCAPREN), mismo que ha re acreditado a esta licenciatura y tiene vigencia hasta el 2021; estos grupos de trabajo valoran –con evidencias e in situ- la estructura académica y administrativa de nuestro plan de estudios.
Otro reto es el Examen General de Egreso de Licenciatura (EGEL) que realiza el CENEVAL, y que desde el 2014, los resultados de los egresados mantienen a la Licenciatura en Nutrición en el Padrón de Programas de Licenciatura de Alto Rendimiento Académico, en el nivel 1.
Hoy, se celebran junto con el 184 aniversario de la Facultad de Medicina, los 22 años formando licenciados en nutrición, profesionales en toda la extensión de la palabra, quienes su mayor reto es promover la salud de la comunidad con un amplio sentido de responsabilidad social, en particular a lo que en nutrición y alimentación les compete trabajando en equipo con otras profesiones. Enfrentando el reto diario de las enfermedades crónicas y degenerativas, como la obesidad, la diabetes y la hipertensión, que son altamente prevalentes en nuestro estado.
