“Vi a un guineano y le pregunté: ‘Perdón, ¿por qué todos viven en las calles?’ Me contestó: ‘Esto es París’”, narra Daouda, un migrante guineano de 16 años.
Daouda es uno de los cerca de doscientos menores de edad que llegaron solos a Francia, viven en las calles de París y duermen en casas de campaña a un costado del río, sin la mínima certidumbre de lo que les espera en el futuro.
Después de enfrentar toda clase de peligros durante sus viajes, los migrantes, incluyendo a los menores que viajaron solos como Daouda, son enviados a campos para inmigrantes, en donde algunas asociaciones les ayudan a pedir refugio al gobierno.
Algunos se benefician de la generosidad de los ciudadanos franceses o de asociaciones que trabajan por ellos. Pero la mayoría está en las calles de París, vagan en las calles de París, duermen en las calles de París, sin acceso urgente a albergues, ni la protección de las autoridades francesas”, explica Benedicte Jeannerod, presidente de Human Rights Watch Francia.
Los menores se enfrentan a un complicado proceso y a la insuficiencia de albergues. La ONG Human Rights Watch denunció que el procedimiento para determinar la edad de los solicitantes es defectuoso.
Si los adolescentes no llevan documentos, difícilmente reciben estatus de menores de edad, aun cuando el procedimiento prevé que las identificaciones suelen perderse durante la migración. Cuando si llevan papeles, los jueces desconfían de su autenticidad. En otros casos rechazan darles estatus de menor por haber trabajado, por realizar el viaje solos e incluso por hablar bien francés aun cuando llegan de países francófonos.
Al no recibir el estatus de menor, los jóvenes no obtienen la protección que necesitan y quedan en un limbo de largos procedimientos en la corte que puede durar meses.
El juez me dijo: ‘Tienes 18 años, ¿alguien te puede dar cobijo por unos días?’ Luego me dejó en la calle. Entonces esperé cinco meses para que el juez me diera una cita”, recuerda Behrouz, migrante afgano de 16 años.
En 2017, 25 mil menores que viajaban solos pidieron asilo en Francia. La agencia Reuters asegura que menos de quince mil fueron recibidos por los servicios de protección de menores.
Mientras expertos aseguran que la crisis de refugiados terminó a tres años del pico de llegadas de migrantes, el verdadero reto se encuentra ahora en el proceso para decidir quiénes son deportados, quiénes se quedan y cómo serán integrados a sus nuevos países. Información Noticieros Televisa