Por Adriana Gomes, Vicepresidente Adjunta de Soluciones Empresariales de AT&T en México.
Pasamos por una situación que nos dejará muchas lecciones. De un día para otro cambió la forma de operar de las empresas, industrias, escuelas y todos nos vimos en la necesidad de tomar medidas para permanecer en un sitio seguro para reducir el impacto en la salud: nuestras casas, lo cual ha tenido un impacto económico y social muy importante.
Dentro de la coyuntura, muchas empresas se han visto forzadas a adoptar tecnologías que antes no consideraban necesarias. Las compañías que hoy están más activas son las que venden productos a través de plataformas de comercio electrónico, entrega a domicilio, y las que buscaron nuevas oportunidades para dar un giro a sus negocios.
Con todos los aprendizajes que estamos viviendo, no cabe duda que habrá un mundo pre y pospandemia. Estamos presenciando la cuarta revolución industrial, que nos muestra cómo la tecnología digital sí favorece y no tiene solo un alcance económico, sino también educativo, social y de salud.
La pandemia por COVID-19 ha acelerado iniciativas del uso de tecnología en la salud, como la biotecnología y nanotecnología en la investigación de tratamiento y búsqueda de vacunas, herramientas predictivas usando Inteligencia Artificial y Big Data para hacer trazabilidad en tiempo real de la pandemia y para indicar el nivel de propagación, la Telemedicina para consulta médica y diagnóstico remoto, impresoras 3D para respiradores y máscaras, Robots para tratamiento de pacientes, inclusive Blockchain será una tecnología que no solo tomará relevancia mayor en las cadenas de suministro, sino que puede ser aplicada en la toma de decisiones en la gestión de epidemias.
Más allá de reconocer las bondades de la tecnología en la fase de contingencia y post-pandemia, gobiernos, empresas e instituciones tendrán que re-establecer las estrategias de recuperación, de eficiencia operativa, de transformación de habilidades, de inversión, será clave que las tecnologías puedan democratizarse para que el impacto económico, de salud y social sean favorables a nivel global.