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Aunque los Diablos Rojos tienen una ventaja tan amplia que parece inalcanzable para los Leones de Yucatán, el suspenso siempre será un valor agregado cuando melenudos e infernales se ven las caras, especialmente en tiempos de playoffs.
Y así se quedaron miles de espectadores ayer, entre presenciales y quienes lo siguen por tele o redes sociales, en suspenso. La lluvia que comenzó a caer antes de las 6 de la tarde forzó la suspensión del cuarto partido de la serie, ayer en el Estadio “Víctor Cervera Pacheco” de Kanasín.
A las 9:30 de la noche salió la sexteta de umpires a hacer el movimiento de manos hacia arriba que anunciaba la posposición del encuentro. Se programó para disputarse hoy a las 19:35 horas.
Un compás de espera que puede servir para muchas cosas, especialmente para el equipo selvático, que tendrá para poner en orden muchas ideas tras el desplome vivido en los últimos partidos. El México, contando rol regular y playoffs, tiene siete victorias seguidas sobre Yucatán, y cuatro han sido en Kanasín.
Espera estoica
Muchos aficionados se animaron a ir al parque de pelota y esperaron estoicamente el tiempo necesario, pero la lluvia apenas iba cesando tras que los hombres de azul desaparecieron del diamante. Caprichoso el dios Chaac, sin duda, porque de todas las suspensiones de este año en estos lares, varias veces pasó como ayer: anuncio oficial, y fin de la lluvia.
Los pilotos de ambos equipos se mantuvieron con sus mismas cartas para abrir este juego. Lorenzo Bundy anunció para los Diablos a José Bravo, y Roberto Vizcarra se irá con el zurdo venezolano Félix Doubront.
Los Leones necesitan ganar para seguir con vida. Los Diablos, lo dijeron varios ayer, quieren sacar las escobas. Hay muchas cuentas pendientes.— Gaspar Silveira
Información de Diario de Yucatán
