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Fallece “en rehabilitación”
TIZIMÍN, Yuc., 25 de junio 2020.- La muerte de Roy Jesús Mendoza Euán, de 24 años de edad en un centro de tratamiento para personas con problemas de adicción, conmovió ayer a la comunidad tizimileña, no solo por las extrañas circunstancias que rodearon al deceso, sino por la sorpresiva noticia de que en el municipio opera un albergue de ese tipo.
Como un balde de agua fría les cayó a los vecinos del fraccionamiento Fovissste cuando en las primeras horas de la mañana vieron patrullas de la Policía, ambulancia y peritos de la Fiscalía en la casa donde recientemente se habilitó un refugio de personas con problemas de alcoholismo y drogadicción.
El predio donde estaba el cuerpo de Roy Mendoza —en la calle 27 entre 48 y 48-A— fue acordonado de inmediato con cintas restrictivas, al igual que toda la calle, pero fueron los llantos y gritos de los familiares lo que provocaron que los vecinos vivan momentos de zozobra y de incertidumbre en torno el lugar.
Reacción
Mientras personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) realizaba indagatorias con los empleados del inmueble, el responsable y con los vecinos, la ahora viuda permanecía devastada en una de las bancas del parque situado frente al centro de rehabilitación.
“¡Me lo mataron! ¡Me quiero morir! ¡Me rompieron el corazón!”, exclamó la mujer.
La espera para el levantamiento del cadáver fue eterna para la familia, pues no se terminaban las investigaciones y se vivía un ambiente tenso en los alrededor.
Los vecinos, desde la puerta de sus casas, comentaban que ya se venía venir esta tragedia.
Las madres de familia se acercaron a varios medios de comunicación a relatar que fueron testigos de cómo una noche antes personas internas en el lugar gritaban pidiendo auxilio.
Según indicaron cuando supieron la noticia salieron para averiguar lo ocurrido, y en un principio pensaron que se trataba de un suicidio, pero luego la esposa de Roy Mendoza señaló que su esposo tenia rastros de tortura en el cuerpo.
Incluso señalaron que casi a diario en esa vivienda se escuchaban gritos de tortura y en ocasiones sentían olor a mariguana, principalmente por las noches, y otras veces veían huir a los pacientes y pasearse por el parque.
Las testigos indicaron que las veces que eso ocurría lo reportaban a la Policía, pero solo les llamaban la atención a los administradores del sitio, incluso dicen que en ocasiones el responsable del lugar, al que conocían como “Matey” —Wílberth Medina Matey—, decía ser influyente y allegado a las autoridades municipales, por lo que nada le podían hacer.
Sospechas
Los habitantes de la zona, donde normalmente hay maestros, médicos, jubilados y profesionistas, señalan que desde hace tres meses que viven con miedo e incluso ya estaban organizándose para recabar firmas y pedir la clausura del centro de rehabilitación, pues sospechaban que algo iba a pasar.
Ayer, tras varias horas de indagatorias, policías municipales detuvieron a tres personas a quienes subieron a las patrullas esposados y de quienes se desconoce su identidad.
Según el reporte oficial, fue el padre del Roy Mendoza, Melchor Mendoza, quien a las 6:20 de la mañana reportó a la Policía que su hijo había ingerido una sobredosis y que al parecer había fallecido.
En el lugar, Medina Matey dijo a los uniformados que Roy Mendoza se encontraba alterado una noche antes y le dio una pastilla para que se tranquilice y luego se retiró del lugar.
Agregó que fue hasta las 4 de la mañana cuando sus empleados le informan que el paciente estaba acostado inerte en su cama.
Hasta ayer, las autoridades municipales guardaban hermetismo en torno al caso y no brindaron información sobre si el centro de rehabilitación contaba con los permisos para funcionar como tal.
En cuanto a los familiares indicaron que apenas anteayer martes decidieron internar al joven de 24 años después de una recaída por problemas de adicción. Información Megamedia
