CHULA VISTA, California.
El expitcher mexicano Esteban Loaiza negó la acusación de que sea un traficante de cocaína.
Loaiza compareció ante la corte del condado de San Diego en Chula Vista, California. El espigado expelotero, que vistió un uniforme de color kaki de la cárcel, volteó la mirada hacia su padre y otros parientes antes de declararse no culpable.
La fiscalía acusó a Loaiza, de 46 años, por posesión y tráfico para la venta de más de 10 kilogramos (22 libras) de cocaína, una base de cocaína o heroína, y emplear un compartimiento para contrabandear drogas.
El que se especificó que la cantidad es de 10 kilogramos podría tener como consecuencia una pena más severa, así como el alegato de que las drogas fueron almacenadas en una residencia que Loaiza alquiló se encontraba a una distancia de 300 metros (1000 pies) de una escuela primaria.
Loaiza afronta hasta 20 años y ocho meses de cárcel de ser encontrado culpable. El juez aumentó su fianza a 250 mil dólares, luego que la fiscalía argumentó que el pitcher mexicano podría escapar. La abogada defensora Janice Deaton aceptó los términos, aunque no quedó claro si contemplaba presentar la fianza. Deaton y los familiares de Loaiza se retiraron de la corte sin hablar con la prensa.
Loaiza fue arrestado el viernes bajo sospecha de narcotráfico, después que agentes de la policía de San Diego detuvieron el Mercedes Benz que conducía por una infracción de tránsito y encontraron un “sofisticado” escondite para contrabando en la parte posterior del vehículo, según los investigadores. Después consiguieron una orden de allanamiento para una casa que alquilaba en una comunidad playera, donde las autoridades dijeron que hallaron paquetes con polvo blanco que se sospechaba era cocaína y que pesó un total de 44 libras (20 kilogramos). Los cargos que Loaiza afrontó el miércoles en Chula Vista son por cualquier cantidad sobre los 10 kilogramos, dijeron los fiscales.
Información Excelsior.com.mx