Los “caídos” en la transición de Director, y otras intimidades” en la UADY y su Facultad de Derecho
Fernando Novelo. Vocero del Observatorio de la Facultad de Derecho de la Uady.
Cuando le señalas la luna se queda mirando tu dedo. No es su culpa. Él es un soldado a quien nombraron Capitán; un cordero al que le encomendaron adiestrar lobeznos. No puedo dejar de pensar la frustración que debe sentir al ver que lo “rebasan” por izquierda y derecha sus subalternos; la sensación de impotencia al saber que los alumnos que lo admiraban como un buen profesor ahora lo redescubren en su incapacidad de liderar la Facultad de Derecho de la UADY. Pero no es su culpa.
Los intereses por tener a alguien a modo y manipulable lo pusieron en una silla en la que han estado señores Directores como lo fueron Manuel Evia Cervera, José López Manzano, Carlos Toledo Cabrera y Carlos Herrera Heredia. Parado sobre esa silla directiva intenta dejarse ver; imposible. La presión sanguínea se le sube a la cabeza de impotencia hasta que el zumbido en sus oídos lo manda a su casa, a donde sí lo conocen, en donde si lo quieren bien.
¿Alguien ha escuchado algo de Carlos Macedonio Hernández en prensa, radio, televisión o algún otro medio? No, ni lo escucharán. Pero no es su culpa. Todos saben que Carlitos Macedonio es retraído, tímido e incapaz de tener una charla, mucho menos una discusión; y ni pensar de ser referente de opinión jurídica en un mundo que no entiende ni le gusta. Es un fraude a los padres de familia y a los alumnos que buscan la figura dominante, la expresión firme y acendrada de un líder verdadero. Bajaron tanto el listón que el juego perdió el chiste. Los padres de familia se llevan a sus hijos a otras escuelas de derecho; los alumnos toman la decisión de darse de baja; los muchachos que se quedan son víctimas del bulling de egresados de anteriores generaciones. No se vale.
Todo por tener el control de la Facultad de Derecho. Todo por los malos consejos de Renán Solís, abogado general de la UADY, quien le vendió el proyecto a José de Jesús Williams, Rector de la UADY, de tener un Director a modo en la Facultad de Derecho que les daría la oportunidad de controlar la nómina, de los alumnos como moneda de cambio político electoral y la oportunidad de nombrar, por su puesto, a los próximos directores. Es comentado a voces que Carlos Macedonio sólo estará cuatro años para ser sucedido por Lucelly Carballo, quien funge como Secretaria Académica y está nombrando mandos medios y profesorado que en su momento la apoyarán en su proyecto. Válido, sí; pero desleal con su interdicto, su tutorado, su Carlitos.
Todos los días llega información al “Observatorio de la Facultad de Derecho de la UADY”. Información que cotejamos, verificamos y ponemos a su disposición. El día de hoy nos revelan el dolor, la frustración, y el coraje de los Profesores que llevan años esperando una oportunidad y ahora reciben la noticia que la Coordinación de Educación Continua de la Facultad de Derecho estará a cargo de un tal Mario Antonio Cardeña Lara, un chamaco advenedizo que viene a tomar una posición que es deseada con lealtad por Profesores experimentados que llevan años y lustros esperando una oportunidad y que ahora se les arrebata.
Y más, el reclamo de la añoranza de una sala de maestros repleta de discusiones jurídicas, de charlas de amigos, de auténtico descanso físico y mental de los profesores, hacen que este triunvirato de nefastos arrime unos sofás desvencijados y enmohecidos a un área que asemeja un cuarto de hospital psiquiátrico por la ausencia de un adecuado avituallamiento y provisión de equipo. Que falta de decoro el anunciarlo como la nueva sala de maestros. ¡Puaf!
Próximamente estaremos entrevistando (en una nueva modalidad de este Observatorio) a los nuevos Profesores de la Facultad de Derecho de la Uady que están el Top Ten de los alumnos por su singularidad. Esto es, que fingen llevar el nuevo sistema educativo MEFI pero que en realidad se trata del antiguo MEYA, causando con esto más desconcierto del que ya prevalece. Los maestros que mediante tablas gimnásticas intentan enseñar la ciencia del derecho; los que en franca afrenta a la educación laica se descubren pastores más que profesores de derecho; a los hijos e hijas de los directivos estudiados en Universidades Privadas que ofenden a los alumnos UADY y después tienen el estómago para estirar la mano y recibir un pago. Al esposo o la esposa del miembro del cuerpo directivo que pronto contratarán; del funcionario o político que nunca va y manda suplente… en fin.
Pedirles un minuto de silencio sería un exceso; pero si recordar el nombre de las profesoras y profesores “caídos” en la Facultad de Derecho de la Uady en la transición de Director. La mayoría de las bajas corresponden a los que osaron contrariar al Rector en la designación de Carlos Macedonio como Director de la facultad de Derecho de la UADY y apoyaron a otros candidatos. Unos más se fueron por dignidad y otros en búsqueda de mejores oportunidades. Todas ellas y ellos profesionales exitosos como los cargos y nuevas encomiendas lo revelan. Aquí sus nombres:
Aldrin Briceño, Javier Estrada, Helena Rivero, Juan Daniel Hernández, Israel Herrera, Patricia Wuy, Said Escalante, Vanessa Alonso, Rafael Basulto, Francisco Parra, Alberto Pérez, Manuel Peón, Francisco Evia, Luis Coaña, Claudio Palma, Pamela Pavón, Tito Sánchez, Alfredo Compañ, Jair Cetina, Socorro Guillermo, José Gallegos, Wilberth Yates, Melba Peniche. Y pronto, María Teresa Vázquez.
Fernando Novelo. Vocero del Observatorio de la Facultad de Derecho de la Uady.