Entre los animales de compañía que las personas suelen elegir, dos especies se colocan por encima del resto: los perros y los gatos. De éstos últimos se ha dicho que no siempre entablan las mejores relaciones con sus humanos, sin embargo, la ciencia podría cambiar el panorama.
Según un estudio realizado por un grupo de investigadores del Laboratorio de Interacción Humano-Animal de la Universidad Estatal de Oregon, estos animales son capaces de desarrollar empatía por las personas con las que conviven, lo cual les ayuda a reducir sus niveles de ansiedad y estrés.
Para determinar el comportamiento felino, los especialistas optaron por separar a los humanos de sus animales y colocarlos en habitaciones separadas por un lapso de tiempo menor a tres minutos, tras los que regresaban con sus gatos.
Éstos, en ausencia de sus compañeros, comenzaban a tener pequeños niveles de estrés, los cuales se redujeron en 65% de los participantes al reencontrarse con sus humanos.
Además de este comportamiento, los mininos mostraron un cierto apego tomado por los investigadores como una señal de seguridad y confort, y aunque otros especímenes se mostraron un tanto evasivos, la gran mayoría se comportó de manera similar a los perros.
Los caninos, a diferencia de los gatos, tienen una notoria necesidad de apego con las personas, por lo que al mantenerse separados de ellas dejan brotar altos niveles de tensión y angustia.
Nuestra investigación indica que cuando los gatos viven en un estado de dependencia con un humano, ese comportamiento de apego es flexible y la mayoría de los gatos usan a los humanos como fuente de consuelo”.
Dijo la investigadora Krystin Vitale, del Laboratorio a cargo del estudio.
Los especialistas encontraron que este tipo de comportamiento podría estar relacionado al paso del tiempo, ya que en 2015, cuando se realizó un estudio similar, casi todos los gatos tuvieron un desapego mayor al de este año.
Con información de Science Daily