En el cuerpo humano habitan millones de microbios; en conjunto, “tienen 100 veces más genes que nosotros” e “influyen en muchos de nuestros procesos metabólicos”, explicó Santiago Sandoval Motta, del Centro de Ciencias de la Complejidad (C3) de la UNAM.
El universitario, también alertó sobre la “heredabilidad” y la “variabilidad” genética presente en el microbioma.
Para Sandoval Motta, “tener organismos transmisibles directa o indirectamente de una generación a otra, y que éstos tengan una influencia en la fisiología, hace pensar que muchos fenotipos deben depender de la cantidad y tipos de microorganismos coexistentes en el organismo humano”.
Los microrganismos que habitan sobre y dentro de nosotros influencian nuestras características y fenotipos (conjunto de características observables de un organismo como estatura, peso, presión arterial o color de piel); tienen una enorme diversidad genética; hay mecanismos que permiten transmitirlos de una generación a otra, apuntó.
No es difícil ver que los integrantes de una familia tengan los mismos rasgos y enfermedades. “Esto, porque los individuos emparentados (sobre todo si comparten casa) consumen una alimentación parecida y han crecido en el mismo ambiente, lo cual les da una microbiota semejante, apuntó el universitario.
Por ello, cuando los estudios familiares hicieron sus cálculos de heredabilidad, sin darse cuenta consideraron per se a la microbiota. Con la aparición de nuevas técnicas de secuenciación masiva y estudios como los GWAS (genome-wide association study) en donde es posible analizar la similitud genética entre miles de individuos de diversas partes del mundo, los cálculos actuales difieren de los de antaño.
A decir de Sandoval Motta, lo que creíamos saber sobre este tema cambió en el momento en que se empezaron a aplicar los GWAS. “Vimos que personas con una genética similar podían tener fenotipos distintos y viceversa, pero en cuestiones de microbiota, no es lo mismo hablar de alguien de Rusia que de un mexicano, donde los entornos, temperaturas y hábitos alimenticios y sociales son diferentes e inciden en el aspecto microbiano.
Nuestras bacterias, hongos y demás microbios están relacionados con el desarrollo del sistema inmune, capacidad de absorción de energía y problemas neurodegenerativos, entre otros aspectos. Entonces en GWAS, tener a gente con genomas semejantes y características diferentes hace pensar que no consideramos un componente clave: el microbiano”.
“Siendo humildes, la aportación nuestra propuesta es un nuevo enfoque sobre el papel de la microbiota en la heredabilidad perdida, pero siendo menos humildes, ello nos lleva a entender el papel de la microbiota en el desarrollo de ciertos fenotipos y nos permite pensar que al cambiarla es factible promover ciertas características o no”, agregó.
Al saber qué componentes microbianos influencian un fenotipo podrías bloquearlos o promoverlos para aminorar la presencia de enfermedades asociadas al microbioma como obesidad, diabetes, problemas neuronales o cáncer. No obstante, advirtió, aunque suena fácil no es así, porque la red microbiana al interior de cada individuo es compleja y existen muchos puntos de equilibrio, “no nada más es quitar y poner cosas; hay muchas interacciones. Por el momento es más sencillo modificar la microbiota que la genética humana en todo el organismo”, finalizó el universitario. Información Noticiasmvs.com