Por: El Mirador
Apenas se necesitó un año y medio para que este gobierno municipal demostrara de qué está hecho. Lejos quedaron las promesas de campaña del joven alcalde en cuanto a la utopía del TIM (transporte inteligente metropolitano), “mejores servicios públicos” o su compromiso de mantenerse en el puesto hasta el final de su gestión; pura palabra hueca, falsedades de político novato.
Empezando la administración pretendió fijar rumbo reduciéndose su salario pero al mismo tiempo creó una burocracia cara e inútil al nombrar a tres oficiales mayores, dos de ellos candidatos perdedores a las diputaciones federales por Mérida, César Bojórquez y Víctor Lozano quienes hoy, a la vista de sus tibias campañas validan el contubernio entre el PRI y el PAN ya que la diputación federal era la que interesaba al gobierno de EPN para proseguir con su estrategia de demoler a México.
El tercero de los oficialitos resultó su amigo entrañable y junior del que no se conoce logro importante más que su herencia: Alvaro Juanes Laviada, jovencito egresado como administrador de una escuela muy poco conocida, propietario de bares y otros negocios donde el desarrollo social no forma parte de su ideario.
Los 52 millones que costó el paso deprimido de Angelica palidecen ante la voracidad que este grupo de jóvenes empresarios encabezados por Vila, Juanes en la oficialía administrativa y Mauricio Díaz en la regiduría, quienes no hacen nada que no les genere ganancias. Se encuentran ya en avanzado estado de investigación las tropelías que Vila y Diaz llevan a cabo en servicios públicos municipales donde han hecho de la limpieza de parques y calles un botín dorado plagado de empresas fantasma, donde dan la cara desde personas del más humilde estrato, hasta profesores universitarios (de la Marista claro está) quienes se prestan a encubrir y saquear el erario municipal al pasar de 50 millones anuales en la actividad a más de 200 millones repartidos en empresas que rinden cuentas al coordinador de regidores, quien gracias a su pareja sentimental Paloma Angulo desde la dirección de administración elabora y da prioridad a los contratos presumiblemente fraudulentos que les permiten enriquecerse a costa de las necesidades de Merida.
Las denuncias penales y administrativas ante las instancias correspondientes ya están en proceso, por lo que pronto Vila, Juanes y Diaz tendrán que enfrentar diversas investigaciones con respecto a su desaseado proceder.
Solamente del presupuesto de 2017 para limpieza de calles y parques podrían haberse construido cuatro pasos deprimidos de los de Angelica, y 20 pasos más con lo que se está invirtiendo en las calles; es verdad que en esta administración se han visto cosas sin precedente, especialmente la corrupción.