Por Francisco Zea
Nuevos tiempos, nuevos arreglos y nuevos equilibrios. El dos de julio le pregunté a Andrés Manuel López Obrador sobre la tentación del populismo. Me respondió claramente, que eso estaba fuera de cualquier ecuación, que se necesitaba respetar el sentir de todo el país.
Que no podría utilizar los resultados en la elección para modificar a un país, que no del todo estaba de acuerdo con sus enunciados.
Recuerdo las cifras, que sin duda son una radiografía, en un padrón de 80 millones de votantes, la mayor votación en la historia moderna del país, fue del orden de 30 millones, lo que representa la mayor votación en la historia moderna del país.
Creo que esto representa un parteaguas muy importante. Y lo más preocupante, lo mismo que le pregunté al virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador: “la tentación del autoritarismo”.
Para poder centrar lo que pasará tenemos que escudriñar el Congreso. Pero antes, debemos estar conscientes del mandato ciudadano y éste fue demoledor.
Regularmente, siempre cuando se han dado grandes cambios en los electores han decidido dividir el mandato, pero no en esta ocasión. Tal ha sido la desilusión de la gente que no sólo le dieron a Andrés Manuel López Obrador la Presidencia, sino el control del Congreso.
Me queda claro que en una democracia chispeante, se necesita una oposición fuerte e inteligente. Por ello, debemos analizar los “restos” de
la oposición.
En un primer ejercicio, el Partido Acción Nacional, de una u otra forma, tendrá 24 senadores de 128. Me parece que se pueden instaurar como una oposición responsable, pero, sobre todo inteligente y propositiva.
Se perfila para ser el líder de esta fracción Damian Zepeda, tiene muchas cosas a su favor y otras, en contra. Pero, lo peor, es que ninguna de ellas tiene que ver con sus particulares capacidades.
Zepeda es el representante de un momento particular en el partido. Encabeza una corriente que, virtuosamente o trágicamente, resultó en que el partido está totalmente desarticulado.
La esperanza, es poder establecer una línea lógica, que pueda representar una agenda opositora, pero con un doble propósito: ser oposición inteligente y un movimiento que pueda cohesionar al Partido Acción Nacional.
Hoy nos encontramos, con dos partidos que están en coma. Que están muriendo porque la enfermedad terminal es la corrupción y ellos fueron los propagadores de la chingadera en que hoy nos encontramos.
Será importante saber qué vamos a hacer hoy con el país. Me queda claro que este país ya no aguanta más experimentos, nos merecemos ponernos a trabajar y convertir este país en una potencia basada en los valores y en el amor.
Finalmente, lo más importante es que debemos entender que este país tiene un mandato claro y hay una fuerza política dominante, que espero que López Obrador tenga la inteligencia para reunir gente con una capacidad de autocrítica.
Este país necesita de una muy responsable manifestación de la inteligencia. Importante entender que este país no es la Rosa de Guadalupe, más bien hay que entender que como sociedad vamos a transformar los muertos y la sangre en un país, en donde el dolor innecesario se transforme en una fuerza transformadora.
EN EL ESTRIBO. Habrá que estar atentos al Tribunal Electoral, en particular, en lo referente a la elección de senadores en Nuevo León. No sólo están impugnados por Morena ante esa autoridad electoral los resultados y la entrega de constancia de mayoría a la fórmula integrada por Samuel García e Indira Kempis, de Movimiento Ciudadano, también existe un reclamo contra el primero, por lo que podría ser un escandaloso rebase de gastos de campaña.
En la página del Tribunal aparece registrado el expediente SM-JDC-637/2018 presentado por Álvaro Suárez Garza, excandidato de Morena, contra los resultados consignados en el acta de cómputo emitida por el Consejo Local del Instituto Nacional Electoral en el Estado de Nuevo León, “por la supuesta inequidad en la contienda con motivo de la promoción personalizada de Samuel Alejandro García Sepúlveda, entonces diputado local”.
Información a la que tuvimos acceso señalan que en el fondo de la acusación está el presunto uso ilegal de marcas conocidas para beneficiarse en el contexto de la campaña electoral. Según esos datos, tanto García como su compañera de fórmula modificaron personajes de películas y playeras del equipo de futbol Tigres, los cuales acompañaron con su propaganda y lemas de campañas, configurando un probable uso ilegal.
De comprobarse, esto significaría, de acuerdo con la valuación de peritos asignados al caso, que el uso de estas marcas representaría un gasto de entre 57 millones y 111 millones de pesos adicionales al gasto reportado durante la campaña.Información Excelsior.com.mx