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En menos de un mes, la escena política de Estados Unidos se ha reconfigurado drásticamente. Lo que ocurra en los próximos 106 días determinará el futuro de ese país y del mundo.
Todo empezó el 28 de junio cuando el presidente Joe Biden se vio disminuido al debatir contra Donald Trump. Surgieron dudas sobre su capacidad física y mental para continuar la campaña y, de ganar, gobernar efectivamente. Desde entonces, voces dentro del Partido Demócrata pidieron al hombre de 81 años declinar su candidatura.
Mientras, los republicanos realizaron su convención nacional, ungiendo a Donald Trump y J.D. Vance como candidatos a la presidencia y vicepresidencia. En sus discursos de aceptación de sus candidaturas, ambos expresaron posturas antimexicanas, xenófobas y antiglobalizadoras.
Trump, atribuyendo a la intervención divina su supervivencia al reciente intento de asesinato, se presentó como un líder elegido por Dios. Prometió “la mayor deportación en la historia” y finalizar la construcción del muro fronterizo, alegando que su país sufre “la mayor invasión en la historia”.
Vance compartió una historia de superación personal, destacando la influencia de su abuela “quien tenía 19 armas en casa” y su experiencia como Marine. Criticó los acuerdos comerciales que “enviaron millones de empleos a México y otros países”.
El sábado, Trump pronunció un discurso más polémico. Criticó la reubicación de fábricas a México y amenazó con aranceles de hasta 200% para forzar su regreso. Presumió haber presionado al presidente Andrés Manuel López Obrador López Obrador, mediante la amenaza de imponer aranceles del 15% al 100% a las exportaciones mexicanas, para desplegar 28,000 soldados para controlar la migración. Parte de su discurso fue mal interpretado y difundido por X, provocando reacciones airadas e injustificables de la presidenta electa Claudia Sheinbaum y del próximo secretario de Economía Marcelo Ebrard, augurando una posible relación difícil con Trump en caso de que gane la elección el 5 de noviembre.
Sorpresivamente, Biden anunció ayer que no aceptará la candidatura presidencial, apoyando a Kamala Harris para competir contra Trump. Este giro plantea nuevas interrogantes sobre la campaña demócrata y su capacidad para enfrentar a Trump.
Los próximos 106 días serán cruciales. Las políticas propuestas por Trump y Vance redefinirán las relaciones comerciales, la política migratoria y el equilibrio global. Una victoria demócrata mantendrá la situación actual, pero con sus propios desafíos.
Las políticas de Trump, de implementarse, impactarán en las comunidades migrantes y en las relaciones con México y Latinoamérica. Su retórica plantea dudas sobre el futuro de las relaciones comerciales entre EEUU y nuestro país.
Esta elección reconfigurará el panorama político y económico global. Sin importar quien gane, las implicaciones serán profundas para la política internacional, el comercio y la diplomacia.
Nos esperan días de incertidumbre mientras llega el 5 de noviembre. El resultado electoral de ese día no solo definirá el rumbo de la superpotencia, sino que tendrá repercusiones globales en temas como migración, medio ambiente, la OTAN, Ucrania, Medio Oriente, Rusia y China, por mencionar algunos.
¿Está preparado México para los cambios que se avecinan?
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Información Radio Fórmula