Ciudad de México –
Este martes se cumple un año de la tragedia en la que el Chapecoense perdió a 19 futbolistas, además del presidente, el entrenador y la mayoría del cuerpo técnico por un accidente aéreo.
Tras ese punto negro en la historia del futbol mundial, el club brasileño mantiene un proceso de reconstrucción, al tiempo que las autoridades mantienen un lento proceso de investigación, sin determinar aún a los responsables.
Alan Ruschel, Jackson Follmann y Hélio Neto fueron los únicos jugadores sobrevivientes del vuelo LaMia 2933 del 28 de noviembre de 2016, en el que fallecieron 71 personas entre pasajeros y tripulantes a cinco minutos de aterrizar en el aeropuerto de Medellín, Colombia, a donde el Chape viajaba para la final de la Copa Sudamericana contra Atlético Nacional.
Solo Ruschel, de 28 años, ha podido regresar a la actividad profesional. El zaguero fue el primer rescatado y tras recuperarse de una compresión en la tibia, el abdomen y fractura en una vértebra, fue el primero en regresar a los entrenamientos con el equipo.
Volvió a las canchas el 7 de agosto en el trofeo Joan Gamper ante Barcelona en el Camp Nou y un mes después,anotó en la derrota 4-1 ante la Roma en amistoso. Reapareció en juego oficial el 14 de septiembre ante Flamengo en Copa Sudamericana y también disputó la segunda parte del Brasileirao este año.
Follman, guardameta de 25 años, perdió la pierna derecha, por lo que se retiró del futbol, aunque hace pocos días volvió a entrenar con el Chape. Tras recuperarse del accidente, se casó con su novia en octubre y también ha participado como comentarista en “Fox Sports” Brasil, además de compartir su recuperación en sus redes sociales y dar testimonio de lo que vivió.
Finalmente, Neto, defensa de 32 años, fue el último rescatado del accidente. Sufrió fracturas expuestas y estuvo en terapia intensiva donde permaneció en coma inducido y respiración artificial. Fue operado de pulmón, rodilla, muñeca y cráneo.
Ya entrena con el Chape y su proceso de recuperación indica que volverá a la actividad en 2018. Por ahora, también se dedica a dar testimonios de lo que vivió.
EL LITIGIO, EN VEREMOS
Más allá de la recuperación de esos tres futbolistas, el suplicio no ha terminado para los familiares de las 71 personas fallecidas y los seis sobrevivientes, porque siguen sin cobrar una indemnización por parte de la aseguradora de la aerolínea, que dejó de operar inmediatamente tras el accidente.
Las investigaciones judiciales entre Bolivia, Brasil y Colombia aún no resuelven quiénes son los culpables y solo dos personas han sido detenidas: un gerente de LaMia y el supervisor del tráfico aéreo en Santa Cruz, Bolivia, -lugar de donde salió el vuelo rumbo a Colombia-, además de que otro miembro de línea aérea se encuentra prófugo, al tiempo que otra controladora aérea esté refugiada en Brasil por miedo a un juicio injusto en su natal Bolivia. Información Medio Tiempo