MÉRIDA, Yuc.- Luego de provocar un accidente de tránsito en agosto del año pasado, Ángel Guillermo Zapata Sosa, fue agredido, quedando mal herido por lo que tuvo que ser atendido en el Hospital O’Horán, en donde se le ingresó en varias ocasiones, pues las lesiones que sufrió le causaron severos daños internos.
A pesar de las invervenciones Ángel murió el 5 de octubre y, según su madre, Reyna Sosa Gómez, fue a causa de la mala atención que su hijo recibió en ese nosocomio por el mal seguimiento a las tres operaciones que le realizaron. La señora ya realizó las denuncias correspondientes en contra de quienes resulten responsables por el deceso de su hijos.
En visita a SIPSE, la afligida mujer relató que el 28 de agosto pasado su hijo se encontraba en estado inconveniente manejando una camioneta por calles del fraccionamiento Tixcacal-Opichén y al echarse en reversa chocó con el auto de Itzel G. Al bajar ambos de sus vehículos, la fémina le propinó varias cachetadas a Ángel Guillermo, quien se echó a correr, pero el hijo de la mujer, E.I.A.G., quien es menor de edad, en compañía de otro familiar, lo persiguieron en moto hasta alcanzarlo y atropellarlo, golpeándole el abdomen con el vehículo ligero. Acto seguido, lo agredieron a puñetazos y patadas.
Elementos policiacos llegaron al lugar del incidente y detuvieron a Zapata Sosa y lo trasladaron a la cárcel. Sin embargo, desde que llegó al edificio de la SSP, empezó a sentirse mal. Fue valorado por un médico que dijo que “no tenía nada”, y cuando quedó en libertad su madre lo llevó a un hospital donde determinaron que presentaba trauma abdominal, por lo que se le envió posteriormente al Hospital O’Horán y ahí se dijo que presentaba peritonitis, tenía hemorragias internas y sangre descompuesta dentro del cuerpo.
El joven fue dado de alta, pero poco después se le ingresó de nuevo, realizándosele tres intervenciones quirúrgicas y al menos en una de ellas se le extirparon 35 centímetros de intestino delgado. Sin embargo, por las heridas drenaba sustancias corporales, lo que demostraba que era presa de una fuerte infección, y a pesar de que la madre insistía en que requería cuidados y atención más específicos, fue ignorada, por lo cual pidió la intervención de Derechos Humanos, pero luego los médicos –según aseguró- menos atención le prestaron a su hijo tal vez por “represalia”.
Finalmente, el 5 de octubre Ángel expiró víctima de una septicemia. El Semefo realizó una autopsia, determinándose que al muchacho le habían extirpado la vesícula, además de casi todo el intestino delgado. Es decir, de los 9 metros que en promedio mide este intestino, él sólo tenía 3.5 centímetros, y todo eso nunca se lo informaron a sus familiares.
Es por ello que Reyna Sosa interpuso una denuncia ministerial en contra del equipo de cirujanos del tercer piso del Hospital O’Horán, encabezados por la doctora K. R. B. V., y la denuncia que tenía por lesiones contra el menor E.I.A.G. habría cambiado a homicidio culposo.
Además, la mujer está preparando toda la documentación del caso para interponer la correspondiente queja ante la Comisión de Arbitraje Médico.
Información Sipse.com