Por Enrique Aranda
Singular coincidencia que el ingreso de agentes del FBI al país, la tarde del lunes, para coadyuvar con el gobierno federal en las investigaciones sobre el brutal asesinato de nueve mexicano-estadunidenses de la familia mormona LeBarón, en la frontera entre Sonora y Chihuahua, se diera cuando la gobernadora Claudia Pavlovich y el embajador Christopher Landau se encontraban reunidos en las instalaciones de la representación diplomática norteamericana.
Reveladora casualidad ésta, que permitió a los promotores de la iniciativa atestiguar “en tiempo real” el masivo ingreso de ¡hasta medio centenar de camionetas tipo Suburban! del Federal Bureau por el paso fronterizo entre Douglas (Arizona) y Agua Prieta, y comprobar la importancia que las pesquisas tienen para el gobierno estadunidense, sí, pero más para los responsables de realizar y dar seguimiento a la investigación de los cárteles del narcotráfico, independientemente de que se actúe en su territorio o fuera de él.
Ayer mismo, apenas comenzar el día, los agentes llegados al territorio, junto con el sofisticado equipo trasladado —y, a decir de analistas, “algunas armas” también— comenzaron a desplegarse en la zona donde ocurrieron los lamentables acontecimientos, seguros de que, a decir de quienes están cerca, no deberá pasar mucho tiempo antes que comiencen a obtener resultados concretos sobre el crimen motivo de su estadía y, apuestan, “de algunos otros asuntos que será posible detectar”…
Por lo pronto, acorde con los protocolos aplicables en el caso, comenzaron a trabajar en estrecha sincronía con los responsables mexicanos de la investigación a cargo de la Fiscalía (carnal), de quienes, se prevé, recibirán no sólo la información y el apoyo logístico necesarios sino, también, elementos que les permitan ahondar en el conocimiento de una realidad que, indirectamente si se quiere, les afecta de manera cotidiana.
El asunto, pues, está en marcha y no deberá pasar mucho tiempo antes de que el inusual operativo comience a arrojar resultados que, amén de esclarecer lo ocurrido en el caso de la familia citada, ayuden a avanzar en el proceso de pacificación de una zona estratégica para el (buen) desarrollo de las relaciones bilaterales…
ASTERISCOS
* Por primera vez en la historia, por cierto, obispos, arzobispos y cardenales estadunidenses eligieron a un inmigrante hispano para que los encabece. Se trata del regiomontano José Horacio Gómez, actual titular de la Arquidiócesis de Los Ángeles, que, a partir de ayer, preside la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
* Más pronto de lo que muchos pudieran pensar, a decir de quienes forman el “círculo íntimo” de ya sabe usted quién, el cuestionado César Yáñez podría volver al primerísimo plano, a la vocería del Ejecutivo para ser más exactos, donde los (inexistentes) resultados de Jesús Ramírez son puestos en entredicho, un día sí y el siguiente también…
* Al más puro estilo de la 4T, senadores morenos, apoyados por sus pares verdes y tricolores, optaron por “dejar colgado de la bronca”, literal, a su coordinador Ricardo Monreal e incumplir el acuerdo de reponer la fraudulenta votación en que se eligió a Rosario Piedra Ibarra como nueva titular de la CNDH. Lástima, una institución que es privada (ilegalmente) de su autonomía.
Veámonos el viernes con otro asunto De naturaleza política.Información Excelsior.com.mx