Federico Azul/ Yucatán al Instante
Kinchil, Yuc., a 18 de agosto.- No hay hora en la vía federal Kinchil-Celestún, para que ocurra un percance, tal como le ocurrió al guiador de un automóvil Mazda vio que era más tranquilo hacerlo de madrugada, pero no contaba que una res se le atravesara en su camino para dejarla fría, listo para un bistec.
Resulta que el conductor de un compacto de color negro con matrícula ZAL-395D, regresaba a la capital yucateca, luego de haber llevado a sus parientes al pueblo costero a eso de la una de la mañana.
Sin embargo acabó reventandose a una vaca que saltó de los montes de Kinchil, justo a la altura del kilómetro 62. La muerte del rumiante fue al instante y quedó tendida en la maleza, a su vez su carro terminó con daños en facia, panorámico, un espejo retrovisor, faros y hasta cofre. Afortunadamente el meridano se quedó con el Jesús en la boca y no le quedó de otra que llamar a su aseguradora. Para colmo, el cadáver del semoviente no contaba con marca alguna, por lo que se esperaría a la Guardia Nacional para el deslinde de responsabilidades.