Tras poco más de nueves meses de la consagración de River Plate como Campeón de la Copa Libertadores en una Final histórica en Madrid ante Boca Juniors, los dos más grandes de Argentina vuelven a verse las caras, esta vez por la primera de las Semifinales rumbo al decisivo partido del 23 de noviembre en Santiago de Chile.
Y una vez más México volverá a decir presente en este duelo de colosos que para los Xeneizes es una revancha y para el Millonario una instancia previa en busca del gran objetivo.
Y hay muchos condimentos aportados por el país azteca. Sin ir más lejos, en ambas escuadras hay jugadores con pasado en la Liga MX. Del lado Millonario (local este martes para la Ida) tiene grandes chances de tener minutos Ignacio Scocco, el surgido en Newell’s cuya primera excursión extranjera fue en 2006 jugando para los Pumas dirigidos en ese momento por Tuca Ferretti.
Scocco, que aportó 23 goles en 59 partidos con los universitarios y un tanto en dos partidos para el Toluca por Copa Libertadores, tuvo un gran gesto con México luego del terremoto de septiembre de 2017.
Tras un 8-0 de River sobre Jorge Wilstermann, envió su solidaridad: “Quiero mandar un abrazo enorme y apoyo a toda la gente de México, a todos mis amigos y la gente que tuve la fortuna de conocer mientras jugué ahí; viví muchos momentos lindos allí”.
Boca Juniors, que tuvo como goleador hasta hace unos meses al examericanista Darío Benedetto, saldrá al campo con un campeón en tierras aztecas. Carlos Izquierdoz, que fue capitán y se consagró en Santos en 2018, será el abanderado de la defensa Xeneize en compañía de Lisandro López, mientras que en el medio campo estará Iván Marcone, que estuvo poco más de un semestre en Cruz Azul hasta su polémica salida. Al menos pudo celebrar un título con la Máquina, la Copa MX ante el Monterrey. También integra las filas boquenses otro campeón en México: Paolo Goltz, que ganó una Liga y dos Concachampions con el América.
Y hablando de América, a Boca lo dirige Gustavo Alfaro, viejo conocido de las Águilas ya que con Arsenal de Sarandí, el humilde equipo apadrinado por el fallecido Julio Humberto Grondona, les impidió conseguir la Copa Sudamericana 2007, en aquellas recordadas y polémicas finales jugadas en el Azteca y en el estadio de Racing Club.
Como si no fueran suficientes condimentos mexicanos en el River-Boca que se avecina, cabe recordar también que el Estadio Azteca fue sede de uno de los pocos Superclásicos que se disputaron fuera de Argentina. En mayo de 2014, el equipo millonario, con Gustavo Zapata como entrenador interino tras el portazo de Ramón Díaz y a la espera de la asunción de Marcelo Gallardo, venció en penales al Boca de Carlos Bianchi en un amistoso.
México, de alguna u otra forma, siempre se las arregla para estar presente en el Superclásico argentino. Y el de este martes no será una excepción. Información Medio Tiempo