Por Pascal Beltrán del Rio
Una de las utilidades que tiene el listado nominal de votantes es percibir las tendencias migratorias internas que tiene el país.
Casi una cuarta parte (24.56%) de los mexicanos que tendrán derecho a votar en las elecciones federales y locales del próximo 1 de julio nació fuera de la entidad federativa donde está dado de alta.
Esto es, 21 millones 571 mil 472 ciudadanos de un total de 87 millones 824 mil 464 integrantes de la lista nominal, al corte del 12 de enero pasado.
Los datos muestran una nueva tendencia en las olas migratorias internas.
Si en el pasado Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Zacatecas estaban entre los principales expulsores de población originaria, hoy estos estados han sido desplazados en ese rubro por la Ciudad de México, Puebla, Oaxaca y Veracruz.
De acuerdo con las estadísticas más recientes del Registro Federal de Electores, más de 3.5 millones de personas nacidas en la capital del país están empadronadas en otro estado. Lo mismo sucede con un millón de poblanos, 1.8 millones de veracruzanos y casi 850 mil oaxaqueños.
Hay personas nacidas en Veracruz entre los grupos más numerosos de migrantes de 17 entidades del país (Ciudad de México, Colima, Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala y Yucatán).
Los poblanos emigrados se encuentran mayoritariamente asentados en la Ciudad de México, el Estado de México, Morelos, Oaxaca, Veracruz y Tabasco, mientras que los nacidos en Oaxaca tienen presencia en Baja California Sur, Chiapas, Guerrero, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora y Yucatán.
Los estados con menor porcentaje de ciudadanos nacidos fuera, de acuerdo con las mismas estadísticas, son Chiapas (4.86%), Guerrero (7.14%), Oaxaca (8.06%), Michoacán (11.33%), Veracruz (11.56%), Zacatecas (12.5%), Sinaloa (12.76%), San Luis Potosí (12.88%) y Guanajuato (12.96%).
Los lugares con mayor porcentaje de ciudadanos no originarios de la entidad son Quintana Roo (71.72% nacidos fuera), Baja California (57.24%), Estado de México (50.93%), Baja California Sur (50.04%), Morelos (37.88%), Querétaro (34.86%), Tamaulipas (32.2%) y Ciudad de México (27.12%).
Algunos de los movimientos migratorios más notables son el de los yucatecos hacia Quintana Roo, donde representan 19.8% de los ciudadanos en el listado de votantes; el de los jaliscienses hacia Colima (14.72%); el de los veracruzanos hacia Tamaulipas (12.23%); el de los sinaloenses hacia Baja California (9.9%); el de los tabasqueños hacia Campeche (8.88%); el de los guerrerenses hacia Baja California Sur (8.78%), y el de los mexiquenses hacia la capital de la República (6.4%).
Este año habrá, de forma concurrente con los comicios federales, elecciones de gobernador en nueve estados del país. Y en cada uno de ellos habrá ciudadanos convocados a votar que no nacieron en esas entidades federativas.
Es el caso de dos millones de capitalinos, medio millón de morelenses, un millón de jaliscienses, 600 mil poblanos, 658 mil veracruzanos, 221 mil tabasqueños, 558 guanajuatenses, 196 mil yucatecos y 168 mil chiapanecos.
Las estadísticas no muestran cuándo llegaron a vivir a esas entidades –y, sobre todo, cuándo se dieron de alta en el padrón– los ciudadanos no nacidos allí. La ley no establece un periodo de residencia para tener derecho al voto en elecciones locales, como sí para poder ser candidato a gobernador.
Ese hecho ha sido aprovechado por algunos para cometer la violación legal más común en materia de votaciones: el llamado turismo electoral.
En una entrevista que realicé el mes pasado al nuevo titular de la Fepade, Héctor Díaz Santana, me dijo que 63 por ciento de los delitos que conoce la Fiscalía es por personas que se empadronaron de forma dolosa en un estado que no es el de ellos para votar por un candidato.
De hecho, una de las últimas acciones que dio a conocer el extitular de la Fepade, Santiago Nieto, antes de ser depuesto de su cargo, en octubre pasado, fue la sentencia condenatoria obtenida contra cuatro exfuncionarios de la delegación Coyoacán que, siendo residentes del Estado de México, se empadronaron en la Ciudad de México mediante datos falsos para poder votar por un candidato en la capital del país.
¿Cuántos de los 21.5 millones de personas que no nacieron en la entidad donde están convocados a votar –y los casi seis millones, en los nueve estados con elección de gobernador– serán auténticos migrantes y cuántos, simples turistas electorales? Información Excelsior.com.mx