Por Francisco Garfias
A Tijuana han llegado alrededor de 20 mil migrantes haitianos. Se trasladaron a la fronteriza ciudad con la idea de cruzar hacia Estados Unidos.
Pero la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y el endurecimiento de los requisitos para ingresar a las tierras del Tío Sam, obligaron a muchos de ellos a emigrar a otras tierras o a valorar su permanencia en México.
Ya sólo quedan en la fronteriza ciudad alrededor de tres mil inmigrantes de ese país de Las Antillas. Ya hasta fundaron en Tijuana un barrio denominado La Pequeña Haití.
Mil 200 refugiados fueron regularizados por las autoridades de migración. Pueden trabajar legalmente.
Los otros mil 800 están en espera de que se les regularice o persisten en su intento de cruzar la frontera, aunque sea como ilegales, así tengan que esperarse los cuatro años de Trump en la Presidencia de Estados Unidos.
El panista Juan Manuel Gastélum, presidente municipal de Tijuana, ha sido solidario con los isleños. Los ve con buenos ojos. Asegura que hasta ahora no ha habido ni borracheras ni pleitos ni problemas causados por ellos. No ha subido el índice de criminalidad de la ciudad.
Gastélum ve más ventajas que desventajas en la permanencia de los haitianos en la ciudad. “Han elevado el consumo en la zona donde están asentados”, nos dice.
Tiendas de conveniencia, puestos de comida y cuartos de hospedaje se han beneficiado de su presencia, aseguró el panista. Algunos de ellos ya tienen pareja mexicana, “cierto, vamos a tener a muchos tijuanenses morenitos”, nos dijo.
En Mexicali, otro lugar de asentamiento de haitianos, ya ha habido matrimonios que hicieron ruido. Es el caso de Laura Jazmin, de 24 años, y Leslie Eduard, de 26 años.
En redes sociales afloraron los perjuicios y hasta el racismo. Una encuesta se hizo reflejo de la situación: El 54% piensa que le dio el anillo por conveniencia. Apenas un 24% cree que fue por amor. 19% dice que Laura también le sacara provecho a Eduard.
En el PRD no hay purga. Lo que hay es la aplicación de sanciones a quienes violen los estatutos sin distinción de corriente, nos dijo ayer la presidenta nacional de ese partido, Alejandra Barrales.
“Hasta antes de Barbosa (que desde su escaño de coordinador de los senadores del PRD llamó a votar por López Obrador) no se sancionaba a nadie”, destacó.
Jura que las sanciones que se vienen no tienen que ver con AMLO ni con el Frente, sino con los llamados a votar a por otros partidos “como Pablo (Gómez), que llamó a votar por Delfina y no por Zepeda”, puntualizó.
-¿El castigo puede llegar hasta la expulsión? Preguntamos.
-No lo sé. Quien decide es la Comisión de Justicia, evadió.
The New York Times, catedral del periodismo mundial, declaró a Donald Trump enemigo número uno de la libertad de expresión y del pueblo estadunidense.
En un escrito firmado por Diego Fonseca desde Bonn, Alemania, se destaca que el desprecio de él por la prensa se ha intensificado con el tiempo.
El texto hace un recuento de las agresiones del polémico jefe de la Casa Blanca a periodistas y medios: se mofó de un reportero con discapacidades, quiso humillar a Megyn Kelly por sus preguntas, y más de una vez calificó a los periodistas como las personas más deshonestas.
“…Todo este tiempo, Trump trató de desprestigiar a quienes cuestionan su ignorancia e intolerancia, acusándolos de distribuir fake news, y amenazó con acabar con los informantes autónomos.
“El último episodio fue reproducir en Twitter un video de lucha libre donde golpea a un personaje con el logo de CNN en la cabeza”.
Pero en realidad no fue el último. Fonseca no alcanzó a enterarse de lo que subió a redes el hijo de Donald Trump.
El junior tuiteó un video en el que su padre aparece como piloto de un avión de combate y dispara un misil a otra aeronave con el logo de CNN y la hace explotar.
El diario advierte que los ataques de Trump a la prensa alimentan a los fanáticos. “Cada vez resulta menos improbable que esa oratoria de tiranuelo caprichoso se convierta en un ataque real en contra de la vida de los periodistas”.
Es ocioso decir que en México el periodismo es una de las tareas más riesgosas. Van ocho asesinados en lo que va del año. Pero eso no es obstáculo para decir que la libertad de expresión en Estados Unidos está en su mejor momento.
Héctor Gandini no cesa su cruzada contra los doble remolque. Hace un año dos días perdió a su hijo en el llamado Paso Exprés de Cuernavaca.
Una pipa aplastó el auto en el que viajaba, mató a Hectorín y dejó en muy malas condiciones a su hija María, de 22 años. Otros dos chavos, Pato y Minerva, también perdieron la vida.
Ha habido foros, promesas, gestiones, pero poco se ha avanzado, los doble remolque siguen en circulación a pesar de que son proyectiles rodantes que no sólo enlutan familias, sino que destrozan la estructura carretera.
Han sido 367 días sin Hectorín en este mundo y con María en recuperación. Héctor papá se ha topado con los intereses de grandes empresas que utilizan estos tráileres para transportar sus productos.
Gandini, como todo mundo lo conoce, ya sabe que su lucha por carreteras seguras enfrenta el poder del dinero, pero no pierde la fe.
Ayer le dijo a López-Dóriga, en Radio Fórmula:
“No fue una decisión propia de meterme en este tema. La vida me puso aquí. No me he preguntado por qué a mí. Me he preguntado para qué. Para qué estoy viviendo esto.
“Sin ánimos de sentirme el salvador de quienes transitamos las carreteras del país, pienso que podemos contribuir con un granito de arena a tener carreteras más seguras”. Información Excelsior.com.mx