Por Francisco Garfias
Morena no escuchó a las organizaciones de la sociedad civil ni a la oposición. Andrés Manuel López Obrador tendrá lo que el Congreso le negó a Enrique Peña: un “fiscal carnal” transexenal.
La Ley Orgánica de la Fiscalía General, que le da vida a ese fiscal, se aprobará el próximo jueves en el Senado de la República, e inmediatamente se turna a la Cámara de Diputados, nos aseguran en las cúpulas legislativas.
Morena y sus incondicionales del Partido del Trabajo y el Partido Encuentro Social aprobarán la iniciativa que deja al próximo Presidente de la República la facultad de removerlo “por causas graves” mencionadas en el artículo 18 de la Ley.
¿Cuáles son esas “causas graves”?
Cuando el Fiscal incumpla en la investigación de los delitos y el esclarecimiento de los hechos; no procure justicia eficaz, no combata el delito y la impunidad ni busque la reparación de las víctimas. Pero también cuando participe, consienta, tolere violaciones graves a los derechos humanos o a la Constitución.
El proceso a seguir para nombrar el “fiscal a modo”, por nueve larguísimos años, es muy simple. El Senado le manda una lista de diez candidatos a AMLO. El Presidente, ya en funciones, tiene el privilegio de escoger una terna —que incluya a su delfín— y la regresa a la Cámara alta para la elección. Para entonces, los morenos ya sabrán cuál es el “idóneo” y lo elegirán sin problema. Tienen los números.
En los pasillos del Senado ya se habla del maestro Bernardo Bátiz, quien encabezó la terna que AMLO mencionó el pasado mes de agosto, luego de reunirse con el presidente Peña. Los otros dos son Verónica de Gyves y Juan Luis González.
El Presidente en turno podrá quedarse tranquilo hasta tres años después de cumplido su sexenio.
El dictamen que discutirá y aprobará el pleno no incluye una reforma al artículo 102 constitucional que asegure autonomía plena a la Físcalía General. Los reclamos y exigencias de organizaciones de la sociedad civil, que llevan cuatro años con esa exigencia, fueron olímpicamente ignorados.
PRI, PAN y MC lograron evitar que el dictamen bajara al pleno este martes. Pidieron más tiempo. De cualquier manera adelantaron que van en contra. “No nos vamos a prestar a una simulación”, dijo el coordinador panista Damián Zepeda.
“Que no sea un amigo del Presidente”, coincidió el emecista Samuel García. La estructura de la Fiscalía General incluye una “supercoordinación con atribuciones exageradas ”, como afirma el priista Manuel Añorve, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos del Senado.
Entre las facultades del supercoordinador está la de suplir al fiscal general en sus ausencias, representar a la Fiscalía en las relaciones institucionales con otras entidades de gobiernos locales. Pero también elaborar normas y políticas a las que deberán sujetarse las unidades y órganos de la propia fiscalía, en la materia y muchas más. En la estructura de la Fiscalía General está también el fiscal anticorrupción, el fiscal electoral, el fiscal de derechos humanos y el de Asuntos Internos.
No se entiende el papel de Miguel Mancera en el proceso para aprobar la Ley Orgánica de la Fiscalía General. Después de haber argumentado en contra, el coordinador del grupo parlamentario del PRD se salió de la sesión de la Comisión de Justicia antes de la votación.
Eso permitió el empate y que el dictamen llegara al pleno para su aprobación el próximo jueves. El exjefe de gobierno de la Ciudad de México explicó su salida con el argumento de que el PRD estaba “sobrerrepresentado” en la Comisión de Justicia con la presencia de Juan Zepeda.
Por supuesto que nadie le creyó.
“Su actitud da lugar a suspicacias”, nos dijo el emecista Samuel García. Otros priistas y panistas fueron más lejos. “Seguramente, lo presionaron con el tema de la revisión a su gestión en la CDMX”, dijeron.
Un legislador de Morena nos comentaba ayer off the record la necesidad de que el PAN se busque un líder fuerte que pueda ser interlocutor válido frente al gobierno de la 4ª Transformación.
Ese mismo senador calificó de “mito” el pleito entre Martí Batres, presidente de la Mesa Directiva del Senado, y Ricardo Monreal, cabeza de la junta de Coordinación Política y jefe de la bancada guinda en la Cámara alta.
“Los dos son suficientemente inteligentes. Saben que van en el mismo barco. Tienen diferencias en los cómos, no en los qués”, puntualizó el anónimo legislador.
A Marko Cortés no se le ve ni tamaños ni carisma para asumir el papel que otrora jugaron Carlos Castillo Peraza, Diego Fernández de Cevallos, Vicente Fox o Felipe Calderón.
“Su elección es un suicidio para el PAN”, asevera.
Ya encarrerado, subraya que la apuesta por Margarita Zavala “no prendió”. Por allí anda Gustavo Madero, quien ha crecido bastante, sugirió.
Anoche nos confirmaron que el senador independiente Emilio Álvarez Icaza tomó la palabra que empeñó el secretario de Comunicaciones Gerardo Ruiz Esparza, durante su comparecencia en la Cámara alta.
El senador va el jueves a la SCT para que su titular lo acompañe a poner una denuncia contra OHL, luego de que el señor del socavón negara vínculos con esa empresa.
“Estamos en ajuste de fecha y hora”, puntualizan.
Fe de erratas: En la columna de ayer rebauticé a la líder del Movimiento Provecino, como Ana Laura Herrejón. Se llama Laura Elena Herrejón. Una disculpa a la aludida y a los lectores. Información Excelsior.com.mx