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Vaya jueves que nos regaló la sucesión presidencial: hubo de todo… hasta sombrerazos y mucho mucho chisme.
Fernández Noroña sacó una patada voladora que sería la envidia de Alfredo Adame: acusó que Marcelo Ebrard tiene un pie fuera de la autodenominada Cuarta Transformación y que se irá a Movimiento Ciudadano.
Mientras tanto, en el segundo debate de la oposición no se extrañó a Enrique de la Madrid, que la semana pasada fue lo mejorcito que hubo. Ahora los reflectores se los llevó la legendaria Beatriz Paredes.
No sólo mostró su amplia experiencia política con buenos ganchos al hígado de la 4T. Sino que además le pidió a Santiago Creel no declinar, es decir, simbólicamente poniéndolo en tercer lugar.
Y eso no fue lo mejor, sino que además sorprendió a propios y extraños cuando, en una de sus intervenciones, indicó que la o el candidato del Frente debe tener las manos limpias y estar libre de escándalos de corrupción.
Muchos han pensado que esta es una referencia a Xóchitl Gálvez y los presuntos conflictos de interés que Morena ha denunciado ocurrieron durante su gestión en la Miguel Hidalgo.
Pero las cosas no sólo están calientes en la oposición.
Morena es un hervidero.
Anoche se dio a conocer que ya se eligieron a las cuatro casas encuestadoras que serán las encargadas de aplicar las encuestas para el proceso interno de la 4T. Por más de tres horas los representantes de los aspirantes a Coordinar la Defensa de la Cuarta Transformación se reunieron para deliberar sobre este asunto.
La senadora Martha Lucía Micher, del equipo de Marcelo Ebrard, se negó a firmar el acuerdo mediante el cual se eligieron a esas empresas que realizarán el ejercicio demoscópico, que tiene la finalidad de elegir al o a la sucesora del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los ebrardistas no fueron los únicos enojados. Los representantes de Adán Augusto y Ricardo Monreal no salieron nada contentos: acusan que, al menos, dos casas encuestadoras son cercanas a Claudia Sheinbaum.
En tanto, el diputado Carlos Puente, representante de Manuel Velasco, afirmó que el proceso fue transparente y negó reclamos entre los asistentes. Sin embargo, para Alejandro Rojas representante de Ricardo Monreal: “No hubo un acuerdo unánime” por lo que recomendó a Morena proceder con prudencia y serenidad política para que continúen en unidad.
El conflicto no sólo está en las encuestas. Horas antes, un grupo nutrido de diputados afines a Ebrard procedió a denunciar legalmente a la Secretaría del Bienestar por un supuesto acarreo en favor de Sheinbaum.
La sucesión está que arde. Y vientos de guerra soplan en ambos lados de la trinchera. En el oficialismo y en la oposición. Información Radio Fórmula