GUADALAJARA.
México tiene un proyecto para combatir enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes Aegypti como dengue, chikungunya y zika mediante la modificación genética del insecto, para ello analiza los casos de éxito de otros países donde se han utilizado este tipo de vectores transgénicos.
“En México tenemos un proyecto de mosquitos genéticamente modificados. Cómo se van a poder aprovechar esos desarrollos que se están financiando, para saber si son seguros y si son factibles que estén en el ambiente, (que) sea una herramienta más con la que cuente México para el control de enfermedades como: dengue, zika y chikungunya”, comentó a Excélsior la secretaria ejecutiva de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), Sol Ortiz García.
Al comenzar la temporada de lluvias se incrementa considerablemente la población del mosquito transmisor de estos padecimientos. En lo que va del año en México han muerto tres personas por dengue y hay 913 casos confirmados, según datos proporcionados por la OMS hasta el pasado mayo.
En tanto, las autoridades federales continúan trabajando en el proyecto de los mosquitos genéticamente modificados.
Uno de los procesos consiste en que “los machos con modificación genética son soltados en el ambiente y van a aparearse con las hembras salvajes. No va a matar a la población salvaje, lo que pasa es que los hijos, la descendencia va a dar la modificación en sus genes y no va a poder desarrollarse a la etapa adulta.
“Ellos van a morir siendo larvas. De una generación a otra cada hembra que ponía 600 huevos todos van a morir como larvas en una o dos semanas máximo”, explicó Fabiano Ferreira, encargado de Asuntos Regulatorios en Brasil.
En México todavía se deberá analizar la evaluación de riesgo, el balance costo-beneficio, el plan piloto, las pruebas de laboratorio para garantizar seguridad biológica y los experimentos en campo abierto.
“Esos desarrollos no salen rápido, la investigación toma su tiempo y el proceso regulatorio es tardado. Claro que nos gustaría tener soluciones muy pronto, pero también hay que tener en cuenta que estos tipos de desarrollos no son la bala de plata, pueden complementar lo que ya se está haciendo y hay que seguir trabajando.
“Hay que darle su tiempo, no hay que generar expectativas que no se puedan alcanzar. Hay que encontrar los mejores mecanismos para involucrar a todos los interesados que salga de la mejor manera, y claro que hay muchos potenciales beneficios de aplicar de forma adecuada la tecnología”, añadió Sol Ortiz García al participar en el 14 Simposio Internacional de Bio-sanidad en organismos genéticamente modificados que se realizó en Guadalajara.
En la ciudad de Piracicaba, Brasil, con una población de 500 mil habitantes ya se experimentó con la modificación genética del mosquito Aedes Aegypti teniendo exitoso resultado, disminuyeron drásticamente las larvas. Información Excelsior.com.mx