Para que Yucatán cuente con un sistema de transporte eficiente es necesario redefinir el significado de ciudad, crear planes estratégicos y habilitar programas que atiendan lo que en el argot se conoce como la última milla, aseguró la diputada de Movimiento Ciudadano Silvia América López Escoffié, durante su más reciente participación en tribuna.
Si tomamos en cuenta esos tres conceptos en el debate, aseguró la también coordinadora de su bancada en el Congreso local, se pueden enriquecer las iniciativas presentadas en esa materia, que incluyan la seguridad vial y movilidad.
Al entrar en detalle, dijo que ya es necesario hacer a las ciudades más incluyentes, que permitan la planeación del desarrollo urbano y la movilidad desde la óptica de los derechos fundamentales. En cuanto a las políticas públicas, dijo que debe estar acordes con esta nueva visión de la urbanidad, todo en coordinación con los tres niveles de gobierno.
Por último, explicó que la última milla es un concepto que puede aplicarse a diversos medios de transporte que hoy funcionan en Yucatán, como son los llamados trici-taxis, moto-taxis y moto-carros.
“Las ventajas que ofrecen dichos vehículos son diversas, sin embargo, no se encuentran regulados en la ley, ni forman parte del sistema de transporte público formal”, aseguró.
Por ejemplo, los moto-taxis son una alternativa para garantizar el derecho a la movilidad, por lo que debemos darles la certeza jurídica que demandan para que puedan operar de manera legal en el estado, pues se han convertido en rehenes de las autoridades, enfatizó.
Expresó que, quienes los operan solo cuentan con el estatus de tolerancia, “sin embargo, esa tolerancia les ha costado incertidumbre, preocupación y, a veces, dinero cuando son multados por hasta por 14 mil pesos por no cumplir con alguna de las condiciones que se les imponen, como es contar con seguro del vehículo, así como botiquines de primeros auxilios.
En algunos municipios, las y los alcaldes son los que tiene la iniciativa de crear acuerdos que permitan organizar y regularlos, sin embargo, no es el caso de Mérida, en donde hasta la fecha no se ha tratado de resolver el problema, señaló.
En ese sentido, reitero mi compromiso de seguir apoyando las causas sociales, como la de cientos de personas que dependen de esta actividad, para darles voz, y generar más oportunidades para todos los sectores marginados y que Yucatán sea cada vez mejor, finalizó.