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En Hong Kong, reportan la muerte del primer perro en dar positivo a una prueba de coronavirus. Pero no hay motivo para que los dueños de mascotas se alarmen. Las autoridades de salud descartan que el perro haya muerto de COVID-19.
El perrito de raza pomerania tenía 17 años de edad y ya padecía otras enfermedades cuando fue evaluado. Según especialistas, los ejemplares de esta raza viven entre 12 y 16 años.
Dicha mascota fue puesta en cuarentena el 26 de febrero, luego de que su dueña fuera contagiada de COVID-19. Pruebas nasales y de saliva detectaron leves rastros del coronavirus en el animal.
La señora se recuperó y fue dada de alta del hospital. En lo que respecta a su mascota, pruebas sucesivas del coronavirus salieron con resultados negativos. El perrito fue devuelto a su dueña la semana pasada, pero tres días después murió.
“El perro no desarrolló ningún síntoma nuevo después de contraer el virus”, dijo una fuente médica al South China Morning Post. “Es muy poco probable que el virus haya contribuido a la muerte del perro”.
A pesar de que el perro no mostraba ningún síntoma relacionado al COVID-19, la dueña prefirió que no se le hiciera la necropsia a su mascota.
Expertos de la Organización Mundial de la Salud han declarado que no hay evidencia de que las mascotas puedan propagar el virus. No obstante, la noticia sobre la infección de este primer perro se hizo viral en redes sociales, lo que desembocó en que mucha gente abandonara a sus mascotas en China y Hong Kong, por miedo a ser contagiados.
“Creo que estamos lo suficientemente avanzados con esta pandemia para ver que, si los animales pudieran, de hecho, ser infectados, ya habríamos escuchado de un informe sobre perros o gatos enfermos en varios hospitales veterinarios de todo el mundo”, dijo Jerry Klein, el jefe de veterinarios del American Kennel Club.
Con información adicional del Huffington Post.
