Los hermanos Adriana y Jacobo se encontraban jugando en el patio con su hermana de 11 años, quien no se percató del momento en que ambos menores ingirieron el alimento envenenado.
XALAPA, Ver. (apro).- Adriana, de cinco años, murió envenenada tras comer un pan con el que un desconocido pretendía matar a su perro.
Jacobo, de siete años, hermano de la niña, se encuentra grave en el Hospital Regional de Coatzacoalcos, al sur de Veracruz.
Familiares de los menores manifestaron a las autoridades sanitarias que anteriormente un vecino había intentado envenenar a su perro, razón por la que suponen que dicho pan era para la mascota.