La Fiscalía General del Estado confirmó ayer que la muerte de James Adrián Johnston Pérez fue accidental, por lo que se descartaron el suicidio y el asesinato.
De acuerdo con la autopsia practicada al joven de 28 años, la causa de la muerte fue asfixia por oclusión de las vías aéreas (broncoaspiración); además, no presentaba huellas de violencia.
Johnston Pérez fue hallado muerto anteayer en la tarde en su departamento del norte de la ciudad por su compañero de casa, Christian Robleda Giffenig.
En un principio se habló de suicidio o asesinato, pero la autoridad desmintió esas dos posibilidades y aclaró el misterio que rondaba la muerte de Johnston Pérez.
En la comunidad marista de Mérida hay consternación por el repentino fallecimiento del joven, quien fue un destacado estudiante desde primaria y ya incursionaba en el ámbito profesional con un promisorio horizonte.
Estudió la primaria en el Colegio Montejo, donde se hizo acreedor a la presea Marcelino Champagnat, que se entrega a los mejores promedios del centro de estudios. La secundaria y la preparatoria las cursó en el Centro Universitario Montejo (CUM) y luego estudió la carrera de Contaduría en la Universidad Marista, donde también destacó como estudiante y formó parte de un equipo que ganó un concurso nacional de conocimientos en el área fiscal.
Tenía además una maestría en Impuestos por la Universidad Marista y también estudió la carrera de Derecho en la UVM.
En el ámbito profesional laboró en Patrimonium Consultores y después fundó con un socio el despacho legal y contable López&Johnston. Información Diario de Yucatán