El hashtag #SuPerraDistancia ha funcionado como una distracción para María Salguero en la temporada de emergencia sanitaria. La geofísica, creadora del Mapa Nacional de los feminicidios en México, se da ánimos a través de publicaciones de sus perritas en calles vacías.
Este pasatiempo es su forma de dejar en el plano profesional la documentación sobre la ubicación de asesinatos de mujeres en el país. Desde 2016, Salguero se ha dedicado a registrar feminicidios ocurridos en México a través de la herramienta que más domina: la geolocalización.
“La creación del mapa viene de 2016 pero ya había trabajado con un mapa de desapariciones, había casos de niñas desaparecidas que después eran halladas asesinadas, ese fue el primer acercamiento al tema de feminicidios, un fenómeno que avanza en todo el país. Decidió hacer el mapa nombrando a las víctimas por sensibilidad hacia ellas, para recordar que no son cifras, cada víctima tiene un nombre”.
Las fuentes para la documentación del mapa son el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y las notas y reportes de diarios. Las agresiones se catalogan según su estatus, de tal forma que el mapa tiene categorías como el rango de edad de las víctimas, la relación del feminicida con la víctima, transfeminicidios, probables feminicidios o feminicidios por conexión.
Esta última categoria, explica María, está relacionada con la violencia que se experimenta como consecuencia de la delincuencia organizada, pues existen casos en que los asesinatos de mujeres son producto de rencillas entre grupos delictivos.
Violencia en tiempos de coronavirus
María Salguero considera que hoy existen pocos reportes de asesinatos producto de violencia intrafamiliar, pero explica que no es porque no ocurran, sino porque no se cuenta con el registro de las mujeres que fallecen como consecuencia de esa violencia.
“Pasan en un ámbito muy privado, no se reportan las mujeres heridas en los sistemas de salud que mueren por complicaciones de esas lesiones, pero hay otros indicadores que no se pueden negar. Sabemos que hay llamadas de auxilio al 911 y la red de refugios. Se triplicaron las llamadas de asesoría psicológica y jurídica”, expone.
Los últimos cuatro años, María Salguero ha dedicado gran parte de su tiempo no sólo a ubicar y nombrar a las víctimas, sino a entender las raíces de la violencia contra la mujer.
“Estamos viendo que en realidad la violencia viene con pandemia o sin pandemia y la responsabilidad es de las autoridades. Muchos de los testimonios de familiares de las víctimas señalan que, desde que denunciaron violencia, desde que reportaron agresiones fueron ignorados y las denuncias por desapariciones no se levantan a tiempo. Lo vimos en el caso de la niña Fátima, los padres denunciaron y las autoridades tuvieron una movilización considerable hasta que la encontraron muerta”.
Para la geofísica, la impunidad es el foco inmediato a atender para frenar los crímenes de género.
“En Sonora se ha logrado establecer juicios abreviados con sentencias en menos de 10 días. Debemos tener un sistema efectivo porque, por ejemplo, en la Ciudad de México nos topamos con casos como el de una señora de 70 años a la que asesinaron con saña por robarle una cadena y el ministerio público dejó ir al agresor porque no tuvo reactivos para tomar muestras de ADN, lo importante hoy es mejorar el sistema de atención a las denuncias”. Información Forbes