Te has quedado dormido de manera súbita o conoces a alguien que, al realizar una actividad, de pronto cayera en un sueño total: podría tratarse de narcolepsia.
La narcolepsia es un trastorno neurológico crónico provocado por la incapacidad cerebral de regular normalmente los ciclos de sueño y despertar.
En varios momentos del día, las personas con narcolepsia experimentan impulsos fugaces de dormir.
Si el impulso se vuelve abrumador, los pacientes se quedan dormidos durante períodos que duran desde unos segundos a varios minutos. En casos raros, algunas personas pueden permanecer dormidas durante una hora o más.
Consiste en ataques súbitos del sueño, es decir, de pronto están realizando una actividad normal y de pronto les entra una necesidad de dormir y se quedan dormidos. Hasta ahora no hay cura para este trastorno”, señaló Antimio Cruz, jefe de información de Creadores Universitarios de FOROtv.
Pero investigadores de la Universidad de Copenhague y de la Universidad Técnica de Dinamarca, descubrieron un dato importante pues podría tratarse de una enfermedad autoinmune, es decir una enfermedad en la que el sistema de defensas del cuerpo humano destruye unas células nerviosas que son las responsables de regular el sueño y la vigilia.
Aunque esta era una hipótesis sostenida hasta hace unos años, hasta ahora se demostró que los pacientes que tienen la enfermedad del sueño, tienen niveles muy altos de una célula del sistema nervioso conocida como célula T, esto puede conducir a un mejor tratamiento y llevar a análisis más precisos del tipo de narcolepsia existente entre los pacientes”, agregó Antimio Cruz.
Recordó que los conjuntos de enfermedades autoinmunes son aquellas en el que el sistema de defensas, los glóbulos blancos y otras moléculas, identifican una parte de tu cuerpo que es saludable, pero hay un error de comunicación y piensan que es enemigo, y la empiezan a destruir, eso es una enfermedad autoinmune.
Cuáles son las fuentes más importantes:
La artritis, donde se empieza a destruir todo el cartílago de amortiguamiento, el lupus, es otra de las enfermedades autoinmunes muy famosas, y ahora, la narcolepsia, donde aparentemente el sistema de defensas destruye unas células del cerebro que regulan el estar despierto o estar dormido.
¿Cuáles son los síntomas?
Las personas con narcolepsia experimentan patrones altamente individualizados de perturbaciones del sueño REM que tienden a comenzar sutilmente y pueden cambiar dramáticamente con el tiempo. El síntoma principal más común, además de somnolencia diurna excesiva, es la cataplejía, que se produce en alrededor del 70 por ciento de los pacientes. La parálisis del sueño y las alucinaciones son algo menos comunes. Solamente 10 a 25 por ciento de los pacientes, sin embargo, muestra los cuatro síntomas principales durante el curso de su enfermedad
Somnolencia diurna excesiva
La somnolencia diurna excesiva, el síntoma experimentado más uniformemente por casi todos los pacientes, es generalmente el primero en volverse clínicamente aparente. Generalmente, esta somnolencia interfiere con las actividades normales diariamente, hayan los pacientes dormido bien o no por la noche.
Las personas con esta somnolencia la describen como una sensación persistente de neblina mental, falta de energía, ánimo deprimido o cansancio extremo. Muchos encuentran que tienen gran dificultad en mantener su concentración en la escuela o el trabajo. Algunos tienen lagunas mentales. Muchos encuentran que es casi imposible estar alerta en situaciones pasivas, como al escuchar una disertación o mirar la televisión. Las personas tienden a despertarse de su sueño inevitable sintiéndose frescas y encontrando que la somnolencia y la fatiga remiten por una o dos horas.
Insomnio: Técnica infalible para dormir profundamente
Los episodios de sueño involuntario a veces son muy breves y duran no más de segundos por vez. Tanto como 40 por ciento de todas las personas con narcolepsia están propensas a conducta automática durante tales “microsueños.” Se quedan dormidas durante unos segundos mientras están haciendo una tarea, pero continúan haciéndola hasta completarla sin interrupción aparente.
Durante estos episodios, generalmente las personas están dedicadas a actividades habituales, esencialmente “arraigadas”, como tomar notas, escribir a máquina o manejar. No pueden recordar sus acciones, y su desempeño siempre está dañado durante un microsueño. Su letra puede, por ejemplo, degenerar en garabatos ilegibles, o pueden guardar artículos en lugares extraños y luego olvidar dónde los pusieron. Si ocurre un episodio mientras manejan, los pacientes pueden perderse o tener un accidente.
Cataplejía
La cataplejía es una pérdida súbita del tono muscular que lleva a sensaciones de debilidad y a pérdida del control muscular voluntario. Los ataques pueden producirse en cualquier momento mientras los pacientes están despiertos, y éstos generalmente experimentan los primeros episodios varias semanas o meses después del inicio de la somnolencia diurna excesiva.
Pero en alrededor del 10 por ciento de todos los casos, la cataplejía es el primer síntoma en aparecer y puede ser mal diagnosticado como una manifestación de trastorno convulsivo.
Los ataques catapléjicos varían en duración y gravedad.
La pérdida de tono muscular puede ser apenas perceptible, implicando no más que una sensación momentánea de debilidad leve en una cantidad limitada de músculos, como la caída leve de los párpados. Los ataques más graves causan una pérdida completa de tono en todos los músculos voluntarios, llevando al colapso físico total en el cual los pacientes son incapaces de moverse, hablar o mantener los ojos abiertos. Pero aún durante los episodios más graves, las personas siguen estando totalmente concientes, una característica que distingue a la cataplejía de los trastornos convulsivos.
Aunque la cataplejía puede ocurrir espontáneamente, a menudo se desencadena por emociones súbitas y fuertes como miedo, enojo, estrés, excitación o humor. Según se informa, la risa es el desencadenante más frecuente.
La pérdida de tono muscular durante un episodio catapléjico se asemeja a la interrupción de la actividad muscular que se produce naturalmente durante el sueño REM. Un grupo de neuronas del tallo cerebral cesa su actividad durante el sueño REM, inhibiendo el movimiento muscular. Usando un modelo animal, los científicos han aprendido recientemente que este mismo grupo de neuronas se inactiva durante los ataques catapléjicos, un descubrimiento que proporciona una pista para al menos una de las anormalidades neurológicas que contribuyen a los síntomas narcolépticos humanos.
Parálisis del sueño
La incapacidad temporal de moverse o hablar al quedarse dormidos o al despertarse también es análoga a las inhibiciones inducidas por el REM de la actividad muscular voluntaria.
Esta inhibición natural generalmente pasa desapercibida en las personas que tienen un sueño normal porque ocurre solamente cuando están totalmente dormidas y entrando en la etapa REM en el momento apropiado del ciclo del sueño. Experimentar parálisis del sueño se asemeja a tener un ataque catapléjico que afecta todo el cuerpo.
Como con la cataplejía, las personas permanecen totalmente conscientes. La cataplejía y la parálisis del sueño son eventos atemorizantes, especialmente al experimentarlos por primera vez. Sobresaltados por no poder moverse súbitamente, muchos pacientes temen estar paralizados en forma permanente o estar muriéndose. Sin embargo, aun cuando sean graves, la cataplejía y la parálisis del sueño no producen disfunción permanente. Después de que terminan los episodios, las personas recuperan rápidamente la capacidad completa de moverse y hablar.
Alucinaciones
Las alucinaciones pueden acompañar la parálisis del sueño o pueden producirse aisladamente cuando las personas están quedándose dormidas o despertándose.
Conocidas como alucinaciones hipnogógicas, cuando acompañan al inicio del sueño, y como alucinaciones hipnopómpicas, cuando se producen al despertarse, estas experiencias delirantes son inusualmente vívidas y frecuentemente atemorizantes.
A menudo, el contenido es principalmente visual, pero puede estar implicado cualquiera de los otros sentidos. Estas alucinaciones representan otra intrusión de un elemento del sueño REM, soñar, dentro del estado de despertar.
¿Cuándo aparecen los síntomas?
En la mayoría de los casos, los síntomas primero aparecen cuando las personas tienen entre 10 y 25 años, pero la narcolepsia puede ser clínicamente aparente virtualmente a cualquier edad. Muchos pacientes primero experimentan los síntomas entre los 35 y 45 años.
Un número pequeño inicialmente manifiesta el trastorno alrededor de los 50 a 55 años. La narcolepsia también puede desarrollarse temprano en la vida, probablemente más frecuentemente que lo que generalmente se reconoce. Por ejemplo, se ha diagnosticado el trastorno en niños de 3 años de edad. Cualquiera sea la edad de inicio, los pacientes encuentran que los síntomas tienden a empeorar en las dos o tres décadas posteriores a la aparición de los primeros síntomas. Muchos pacientes ancianos encuentran que algunos síntomas diurnos disminuyen en gravedad después de los 60 años.
¿Por qué nos tapamos para dormir aunque haga calor?
Los síntomas narcolépticos, especialmente la somnolencia diurna excesiva, a menudo son más graves cuando el trastorno se desarrolla temprano en la vida en lugar de la edad adulta. Los expertos también han comenzado a reconocer que la narcolepsia a veces contribuye a ciertos problemas infantiles de conducta, como el trastorno de hiperactividad y déficit de la atención y deben ser abordados antes de que el problema conductual pueda resolverse. Si no se diagnostica o se trata, la narcolepsia puede presentar problemas especiales en niños y adolescentes, interfiriendo con su desarrollo psicológico, social y cognitivo y menoscabando su habilidad de tener éxito en la escuela. Para algunas personas jóvenes, los sentimientos de autoestima baja debido al mal desempeño académico pueden persistir en la edad adulta.
Con información de FOROtv y National Instituto of Neurological Disorders and Stroke.