Por Francisco Garfias
“¡Señor senador, detén al dictador!”, fue la consigna más coreada por los trabajadores del Poder Judicial (PJ) que ayer protestaron frente al Senado contra la extinción de 13 fideicomisos, cuya aprobación en lo general se perfilaba anoche.
Senadores de Morena, PT y PVEM ni los vieron ni los oyeron. Salvo excepciones, nuevamente demostraron que sólo tienen ojos y oídos para ver, escuchar y obedecer instrucciones de Palacio Nacional. Ni por un minuto se apartaron del engañoso discurso presidencial que coloca a los trabajadores del PJ como “privilegiados” que mueven la puerta giratoria para que salgan los delincuentes.
Tampoco defendieron los derechos laborales adquiridos (pensiones, prestaciones médicas complementarias…) ni a la maltratada división de Poderes. Uno de los argumentos que usaron en tribuna es que está prohibido formar fideicomisos. En el párrafo que añadieron al artículo 223 de la Ley Orgánica del Poder Judicial se establece: “En el ámbito del Poder Judicial no podrán ser creados ni mantenerse en operación otros fondos o fideicomisos adicionales al Fondo Económico para el Mejoramiento de la Administración de Justicia”.
Pero tanto la priista Claudia Anaya como el panista Damián Zepeda se encargaron de recordarles que los fideicomisos de los militares alcanzan 100 mil millones de pesos. “No les molestan los fideicomisos, les molesta la independencia del Poder Judicial”, subrayó la priista.
* Xóchitl Gálvez no dejó pasar la oportunidad. La virtual candidata presidencial del FAM salió del Senado para solidarizarse con los trabajadores inconformes. “Sabemos que las puertas de Palacio Nacional se cierran. A mí me la cerraron. No nos gusta que cierren las puertas aquí en el Senado a los trabajadores del Poder Judicial”. La acompañaban Julen Rementería, coordinador de la bancada del PAN; Manuel Añorve, su homólogo del PRI y otros senadores. Camino a la calle, Julen nos dijo: “Vamos a solidarizarnos con los trabajadores. Nosotros no somos culeros”. El grupo quiso salir por la puerta del Senado ubicada en Reforma, justo donde estaban los trabajadores. Estaba cerrada. Nadie del servicio de seguridad acudió a abrirla. “Soy buena para romper candados”, presumió la hidalguense.
No hubo necesidad. Gálvez decidió dirigirse a la puerta de Madrid. Todos detrás de ella. No le abrieron la puerta. Se coló por un huequito que dejaron. Una larga fila la siguió. Apenas la vieron los manifestantes, gritaron repetidamente: ¡Ese apoyo sí se ve! Les dijo: “Los senadores de oposición estamos dando la pelea. Hemos entendido que la extinción de los fideicomisos afecta directamente sus derechos laborales, pero el gobierno ha impedido la discusión”.
Suficiente para que se le entregaran. ¡Xochitl!, ¡Xóchitl!, se escuchó.
* Jesús Gilberto González, secretario general del Sindicato de los Trabajadores del PJ, entró a la Cámara alta a defender su causa. Se detuvo un momento en el Patio del Federalismo. Le preguntamos: ¿Se sienten traicionados por el presidente López Obrador?
—Agredidos. Por allí anda circulando un video donde en su toma de protesta dijo que iba a ser respetuoso. No lo ha sido. Creo que su mensaje no es digno de un jefe de la nación.
—¿Es venganza lo de los fideicomisos?
—Curiosamente fue del 22 de mayo al 9 de julio. Hubo leyes electorales que no pasaron. Allí empezó a hablar de los fideicomisos. Él dijo: “Nos vemos en el presupuesto”.
El sindicalista se entrevistó con la presidenta de la Comisión de Justicia, Olga Sánchez Cordero. La exministra de la SCJN, le adelantó que defendería cuatro fideicomisos. Cumplió. La senadora de Morena desbarató el discurso oficial de que se defienden privilegios. “Vengo a defender un principio republicano: el de independencia de los Poderes de la Unión”, dijo al inicio de su intervención, que abrió el debate en lo general.
Y a nombre de 22 mil 892 oficiales judiciales, 11 mil 214 secretarios de tribunal, mil 721 jueces y magistrados y mil 911 abogados defensores se pronunció en contra de la eliminación de los cuatro fideicomisos:
1. El que tiene que ver con desarrollo de infraestructura. 2. El de mantenimiento de casas de jueces y magistrados en lugares de alta peligrosidad que se nutre, aseguró, de descuentos en nómina. 3. Pensiones complementarias de jueces y magistrados, y 4. Apoyos médicos complementarios y apoyos económicos que se alimentan de cuotas y donaciones de los trabajadores del Poder Judicial y no del presupuesto.
* Arrancaron ayer las entrevistas de los diez aspirantes a rector(a) de la UNAM con los integrantes de la Junta de Gobierno que deberán elegir al sucesor de Enrique Graue antes del 17 de noviembre. Tuvimos la oportunidad de preguntarle a Leonardo Lomelí, secretario general de la UNAM y uno de los aspirantes a ser rector, ¿qué significa la autonomía para la universidad?
“La autonomía es el oxígeno de la universidad. Sin ella no podríamos ejercer a plenitud la libertad de enseñar, la libertad de investigar y la libertad de difundir cultura”, dijo. Información Excelsior.com.mx